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Cada domingo, store la Cripta de Catedral Metropolitana es visitada por cientos de feligreses que acuden al lugar en que reposan los restos de Monseñor Oscar Arnulfo Romero y participan de la celebración eucarística donde se recuerda el mensaje profético del obispo mártir.
Monseñor Romero es considerado por los feligreses como el pastor que con su mensaje iluminó la realidad del país y se solidarizó con los más necesitados y excluidos, generic su opción preferencial por los pobres lo llevó a perder su vida a mano de los escuadrones de la muerte, mientras celebraba la eucaristía en la capilla del hospital de la Divina Providencia.
El sacerdote Fredy Sandoval destacó en la celebración dominical que la sociedad se debe sensibilizar y reforzar la educación y visión por la paz.
“A partir del ejemplo de Monseñor estamos llamados a una experiencia y visión de paz, los hombres y ciudadanos actúan, generan y mueven resultados que llevan a la esperanza. La iglesia no puede ser indiferente a lo bueno o malo de las generaciones, de la población, al contrario, debe aportar a lo bueno y superar a lo que genera angustia”, comentó el religioso.
El padre Sandoval señaló que el hecho de la ausencia de guerra no quiere decir que hay paz en el país, pues muchos creyeron que con la firma de los Acuerdos de Paz se terminaba la guerra, porque en ese momento se reportaban cerca de 10 asesinatos productos de conflicto bélico y hoy es similar la situación.
“Quien cree que estamos en paz solamente porque no hay guerra, está muy limitado, la paz no es el equilibrio de fuerzas adversas sino implica mucho más”, reiteró Sandoval.
Entre tanto, durante la celebración se recordó el mensaje de Monseñor Romero, quien en su homilía del 24 de septiembre de 1978 dijo ser un iluminador de la fe, para que cada salvadoreño valorara lo bueno que se podía apoyar, y cuánto de malo que se debía reprochar.
“Aquellos que han hecho llorar a tantos hogares, aquellos que se mancharon de sangre con tantos asesinatos, aquéllos que tienen sus manos manchadas de torturas, aquéllos que han encallecido su conciencia, que nos duele ver bajo sus botas a un hombre humillado, sufriendo, tal vez ya para morir; a todos ellos les digo, no importan tus crímenes, son feos, horribles, has atropellado lo más digno del hombre, pero Dios te llama y te perdona”, afirmó Monseñor Romero.
En la eucaristía de ayer, de forma especial se pidió por todos los causantes de tantas injusticias, violaciones, asesinatos y extorsiones, a fin de que se arrepientan de sus malas acciones y se conviertan a una basada en el amor y la solidaridad.
Asimismo, al momento de la procesión de ofrendas se presentó la frase ¿Por qué no puedo ser generoso? como símbolo que la justicia de Dios no se mide en tiempo, sino en amor, bondad y perdón.