Diario Co Latino 134 años comprometido con usted
Artículos relacionados
@GloriaCoLatino
“Monseñor Romero fue un hombre sensible y muy humano”, recordó Eva del Carmen Menjívar, de 77 años, oriunda de Chalatenango, quien acompañó las celebraciones del natalicio número 99 de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, celebrado por la Comunidad de la Cripta en Catedral Metropolitana este lunes por la mañana, por lo que inició con ”Las Mañanitas” que interpretaron mariachis y los asistentes.
“Conocí a Monseñor Romero siendo secretario de los Obispos. Recuerdo que nos relacionamos poco, era muy serio y callado, pero luego tuve la oportunidad de ir a Ciudad Barrios, donde él nació, hicimos ahí trabajo misionero en los cantones desde 1972, y Monseñor Romero fue nombrado Obispo de Santiago de María, en 1974, así tuvimos el segundo acercamiento a su persona”, relató Menjívar.
Fue el 15 de agosto de 1917, cuando nació Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez, en Ciudad Barrios, San Miguel, en un hogar humilde formado por su padre Santos Romero (telegrafista) y Guadalupe Galdámez (ama de casa). Era el tercero de ocho hermanos y según datos biográficos recibió el llamado de Dios cuando el ahora Beato tenía 13 años de edad.
Monseñor Romero ingresó al Seminario Menor, en San Miguel, y en 1937 se mudó a Roma, Italia, a terminar sus estudios teológicos en la Universidad Gregoriana, el 4 abril de 1942.
Eva Menjívar, como integrante de las Comunidades Eclesiales de Base, reseñó que invitaron a Monseñor Romero a conocer de cerca el trabajo que realizaban en diversos catones como: los círculos de estudio de la Biblia, la Pastoral Social y Catequesis, que de inmediato le agradó, pero también, cuestionó sobre los contenidos que se entregaban.
“Le explicamos que en la Escuela Campesina se impartía historia de El Salvador; historia de la Iglesia y estudios de la Biblia desde sus orígenes, porque a él le decían que era subversivas las enseñanzas, y fue así que nos dijo, nos vamos a reunir más seguido y al final nos cocimos muy bien, en una ocasión, en un convivio llegaron miles de campesinos de cantones y el pueblo que tuvimos que dividirlos en dos grupos y en salones diferentes, pero Monseñor Romero estuvo un rato con unos y luego con los otros, para compartir, estaba feliz, lo recuerdo muy bien”, afirmó.
El momento más doloroso señaló Eva fue el asesinato del Pastor el 24 de marzo de 1980, y reconoce que aún no puede expresar la mezcla de sentimientos que sintió cuando supo del magnicidio por personas que creyeron que su palabra morirían con él, porque era una señal clara del destino que le tocaría a quienes siguieran su enseñanzas.
“Monseñor Romero supo entregarse, decir la verdad. Creo que fue un hombre muy humano y sensible con la gente pobre y los que no creen aún en su Pastoral -los invitó- a leer sus escritos, su historia, sus homilías donde se destaca su vida como Pastor y hombre de Iglesia; pero el mayor reto es continuar el camino siguiendo sus pasos y estamos obligados a recorrerlo con la misma entrega de él”, expresó.
Las celebraciones que llevan a cabo la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral, afirmó María Teresa Alfaro, es una muestra del cariño, la esperanza y la fe en el Beato Romero, quien promulgó y vivió el Evangelio para defender a los más desposeídos como lo hizo Jesucristo en la tierra.
“Celebramos con mucho cariño la fecha del nacimiento de este gran hombre, lleno de la Gracia de Dios y que reconocemos que fue el propulsor de la dignidad humana y vemos en él una réplica exacta de Jesús de Nazaret, quien con una gran misericordia, dignidad y solidaridad con el pueblo le dio su Voz, para proclarmar el evangelio y vivirlo”, reiteró.
En cuanto a la programación de actividades por la celebración del natalicio, La Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral contará con una reflexión sobre la Ley de Amnistía y el Caso de Monseñor Romero; testimonios de personas que conocieron a Monseñor Romero, la intervención del Coro Presidencial del “Buen Vivir” así como, la Eucaristía, a las 4 de la tarde, a cargo del Padre Juan Vicente Chopin.
