Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
En el domingo decimocuarto del tiempo ordinario las lecturas y el Evangelio se enmarcaron en la consagración del pueblo a Dios, evocando los testimonios de los profetas y su mismo sentir sobre la santidad, explicó el padre Fernando Villalobos, de Catedral Metropolitana.
“El Evangelio habla cómo Jesús vivió rechazado en su propio pueblo y de ahí la famosa frase -nadie es profeta en su tierra- porque Jesús que cumplía los milagros, hacía los signos y predicaba, había gente siempre murmuraba, no es este acaso, el hijo de María, de padre carpintero, ¿cómo es posible que esté haciendo eso?”, predicó el padre Villalobos.
La comunidad de la Cripta como todos los domingos retomó el mensaje pastoral del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en el que destacó su mensaje pastoral, sobre los derechos humanos de la población y sus reiteradas peticiones por la paz, para los pueblos que no han podido obtenerla.
El padre Villalobos reiteró que Jesús experimentó esa falta de fe de la gente, que fue algo similar que ocurrió a muchos profetas y que también mencionó en sus homilías el Beato Monseñor Romero. Quien pretendía que la gente aceptara el compromiso social de vivir el Evangelio respetando a todos y todas.
“Monseñor Romero decía ‘El Salvador es un pueblo consagrado a Dios, un pueblo que respeta a todo tipo de personas, que respeta a todo tipo de creencias’. Y nosotros lo que tenemos que hacer es vivir la fe auténtica, porque esto nos tiene que acercar siempre al Reino de los Cielos”, manifestó, al citar los textos de su pastoral.
Asimismo, señaló que todo cristiano debe buscar el ejemplo de los santos y vivir en comunión con ellos, ya que la santidad era para todos y todas, no solo para los sacerdotes o la Iglesia, porque Dios espera una salvación sin excepción de nadie.
“Monseñor Romero es un gran ejemplo de santidad, eso todos lo sabemos, y el próximo 14 de octubre será su canonización y nosotros como Iglesia estamos felices porque es una fiesta mundial. Y el mensaje de Monseñor Romero debe mantenerse vivo desde todas las perspectivas, tanto de su santidad del Evangelio, como su denuncia de los problemas sociales que vivió, es lo que debemos reavivar”, subrayó.