Alma Vilches
@AlmaCoLatino
“Que cada uno como padre o madre de familia, hijo, novia, abuelos, o simplemente huéspedes de un hogar, seamos artífices de paz y verdaderos instrumentos de esos caminos racionales para encontrar soluciones de justicia y paz en el país”, fue la reflexión sobre el mensaje de Monseñor Romero en la Cripta de Catedral Metropolitana.
María Teresa Alfaro, miembro de la Comunidad de la Cripta de Monseñor Romero, enfatizó que se debe hacer iglesia desde el propio hogar de cada uno, porque Dios no es un ser solitario, él vive en una familia y comunidad.
“Los hombres somos capaces de encontrar mediante caminos de racionalidad las soluciones de nuestros problemas, pero eso sí, tiene que ser buscando la libertad, alegría, paz, pero sin omitir, sobre todo, la base que es la justicia”, afirmó.
Alfaro recordó la homilía del 6 de octubre de 1979, donde el obispo mártir exhortó a toda la población ser artífices de tantas familias, constructora de hogares, que en El Salvador nadie se case sólo para ser felices los dos; el matrimonio tiene una gran función social, que es ser antorcha la cual ilumina a su alrededor a otros matrimonios.
“La mujer tiene que ser capaz de promoverse en la política, en la sociedad, en los cambios de la justicia, que son necesarios y no se harán mientras los hogares se opongan; en cambio, será tan fácil cuando desde la intimidad de cada familia se vayan formando esos niños y esas niñas que no pongan su afán en tener más sino en ser mejores”, expresó Monseñor Romero en ese momento.
Según el entonces arzobispo, la fidelidad y el amor son inseparables, por eso el matrimonio debe ser lo que Dios unió en el amor, nadie lo puede desunir, no es atrapar al otro, sino en darse a manos llenas a los demás. Por ello, hay que educarse para el amor, porque es amar, entregarse al bienestar de todos y por la felicidad común.
“Todos hagamos una campaña de redención del amor santo del matrimonio, para que volvamos a lo primitivo que Dios quería cuando hizo al primer hombre y la primera mujer, pensó en todos los hombres y las mujeres, para que se amaran con el amor que Él ama en su eterna familia”, reiteró San Romero.
Este domingo durante la procesión de ofrendas, se presentó una imagen de esposos simbolizando que los matrimonios como lo expresó Monseñor Romero, deben reflejar el amor infinito de Dios, dando testimonio de su amor y unidad familiar.