@OscarCoLatino
Juan Hernández Pico, sacerdote Jesuita de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), aseguró que Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue la presencia entre los salvadoreños de Juan Bautista.
El sacerdote dijo durante la homilía en la Cripta de Monseñor Romero, que no se deben olvidar las palabras del Obispo Mártir, ya que durante su vida religiosa “predicó la verdad”.
De igual forma, Hernández Pico aseguró que las homilías de Monseñor Romero eran escuchadas por miles de personas debido a que en ellas “decía la verdad”.
“Porque todos los domingos decía la verdad al pueblo, él no era Juan Bautista, él era mucho más que Juan Bautista, porque el más mínimo en el Reino de los Cielos es mayor que Juan Bautista”, dijo Hernández Pico.
El sacerdote motivó a los feligreses congregados en Cripta de Catedral Metropolitana a escuchar o leer las homilías del Obispo Mártir.
En otro tema, el sacerdote instó a los miembros del Consejo Nacional del Salario Mínimo, a que lo más pronto posible se “acabe con el salario de hambre y pasar a un salario verdaderamente humano”, esto debido a las infructuosas discusiones para determinar el incremento al salario mínimo.
“Ese salario humano, debe servir para las necesidades de las familias, ese salario es parte de la justicia, de esa justicia que florecerá dice el Salmo, en los días del nuevo vástago”, agregó el sacerdote jesuita.
Durante su homilía, Hernández Pico instó a los feligreses a no negar ayuda “a nadie que necesite de nuestro apoyo para seguir luchando por un país más humano, con menos crimen, con una juventud menos deshecha por el delito y el crimen”.
Asimismo, el sacerdote aseguró que los países tienen el compromiso pendiente de garantizar la justicia social.
EL Gobierno propuso un incremento al salario mínimo para que este llegara a $300 en la zona urbana y $250 en la zona rural, sin embargo, integrantes del Consejo apoyan la propuesta de la empresa privada, que consiste en un incremento de $0.10 al día.
Anteriormente la Iglesia Católica condenó la negativa de los empresarios agremiados en la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), de pagar un “salario mínimo justo” a sus trabajadores.
En su momento, la Iglesia consideró que la actual escala de salarios utilizada en el país no tiene sentido, ya que hace diferencias salariales que no son acordes a la realidad económica del país.