Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La violencia y la impunidad en la Memoria Histórica fue abordada por el expresidente Mauricio Funes en su programa radial “Sin Censura”, illness en el marco de la Conmemoración de la “Muerte Martirial” del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero, el pasado 24 de marzo.
“El Informe de la Comisión de la Verdad estableció que quienes ordenaron el asesinato del Beato Romero formaban parte del círculo más cercano del fundador del partido ARENA, el ya fallecido Mayor Roberto D´abuisson basada en investigaciones que realizaron también comisiones especiales que se integraron después en el gobierno de Napoleón Duarte”, reseñó.
Sobre el caso lamentó que la dirigencia del partido ARENA no ha querido asumir la responsabilidad de ese hecho, ni de crear o propiciar condiciones y situaciones de violencia social en ese momento de la historia del país.
“Monseñor Romero fue un certero crítico de las condiciones de injusticia social y de represión política que marcaron a los años setenta, luego de su nombramiento como Arzobispo de San Salvador; quizá en El Salvador no había aparecido un salvadoreño de tal calibre y tan alto compromiso con los sectores más pobres que sufrían exclusión y marginación económica y social, de ahí el temor a su prédica y el odio a la fe y acción pastoral”, agregó.
Sobre el legado del Beato Romero, Funes enfatizó las palabras que el Papa Francisco I, emitió antes de decretar su beatificación el año pasado; que fueron sobre el odio a la fe – y también- un mártir de la persecución política lanzada por sectores de poder de la extrema derecha del país en las décadas de los años setenta y ochenta.
“Ellos defendían sus intereses de clase y del control que venían teniendo, por décadas enteras del aparato de Estado. La denuncia profética del Beato Romero puso al descubierto las injusticias de esa época y que más tarde el Padre Ignacio Ellacuría, quien fue asesinado en noviembre de 1989, denominaría el Pecado Estructural”, aludió.
Las Homilías de Monseñor Romero, cada domingo en Catedral Metropolitana, son un buen ejercicio de la memoria, consideró Funes, porque retrata con exactitud la situación de extrema pobreza y la violencia que se ejercía contra la población.
“Monseñor Romero hizo permanentemente un llamado al ejército y las fuerzas de seguridad pública -de ese entonces- para que no acataran órdenes injustas, que les llevaban a reprimir el clamor popular por mejores condiciones de vida, de hecho la última Homilía anterior a su asesinato era un llamado a las fuerzas públicas, para que en nombre de Dios cesara la represión”, recordó.
En cuanto a los comentarios en contra de la Pastoral del Beato Romero, el expresidente Mauricio Funes opinó, que fue un hombre comprometido con su pueblo, y no creyó nunca en la vía armada como solución al conflicto social.
“Él siempre consideró que el camino de las armas no era adecuado para el país, aquellos que han sostenido que Monseñor Romero apoyaba a la insurgencia de entonces, están equivocados, Monseñor Romero fue crítico con el uso de las armas para accesar al poder o cambiar la situación de injusticia social en El Salvador; su prédica por la no violencia estaba dirigido tanto para la extrema derecha y escuadrones de la muerte, como para la izquierda insurgente”, indicó.
Monseñor Romero fue un modelo de “honestidad” reiteró Funes, al compartir que las críticas y observaciones al papel que jugaron los medios de comunicación como los grandes matutinos y cadenas de televisión que tuvieron una postura “cómplice” con los gobiernos en turno. “Calificó sin vacilar de plumas pagadas a quienes, acostumbraban escribir en sus columnas de opinión de los periódicos para justificar el status quo, y atentar contra la democracia y la libertad de expresión. Hubo páginas enteras en especial de El Diario de Hoy que presentaban a Monseñor Romero como el propio Lucifer que había combatir y terminaron justificando su asesinato”, recordó Funes.
Para el expresidente Mauricio Funes, el Beato Romero es un referente en cuanto a la verdad y la justicia e invitó a cada sector para asumir su responsabilidad de forma coherente para crear una sociedad más solidaria.