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Redacción Nacionales
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Este domingo en la cripta metropolitana de San Salvador, se llevó a cabo la tradicional misa. En este 15 de agosto, honraron el natalicio del Santo Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien a esta fecha cumpliría 104 años.
Los religiosos le cantaron “las mañanitas” al inicio de la misa y posterior el poeta Tony Alemán recitó un poema para Monseñor Romero, titulado así, como el nombre imborrable de todos los salvadoreños: “Romero”.
Entre los fragmentos del poema, manifesta que Romero defendía los derechos del pueblo. “Fue cuando el espíritu del pueblo reprimido, aduéñese de aquel hombre, con tanta fuerza, con tanto dolor, que al romper la coraza, hizo nacer la voz de los que nunca hablaron; la doctrina sin sangre ni carne tomó vestido, gritó al mundo las injusticias en su tierra, las atrocidades inhumanas de la guardia, hasta que un día, cobardemente lo mataron”.
“Todo, porque aprendió a ser solidario, vertical, en un medio hostil sin ojos para el pobre, señalando las infamias cometidas mientras recorría covachas en la línea del tren; aquel hombre que ni la Conferencia Episcopal lo recibió ni siquiera del todo conforme: abogado se volvió por la vida, diciendo las verdades una y otra vez”, reza el poema.
El padre Miguel Morán, de la Parroquia de San Jacinto, presidió la santa misa de este domingo. En sus primeras palabras a los feligreses, les comentó que un 15 de agosto nació Monseñor Romero, un profeta que sirvió para Dios y para su pueblo.
Afirmó que monseñor Romero, siempre fue consciente de que la misericordia de Jesucristo era necesaria para el pueblo y que se expresara ante las familias, comunidades. “Si todo lo que somos y hacemos no persigue esa vivencia del reino, estamos perdidos”, comentó el sacerdote Miguel Morán.
Morán indicó que para monseñor Romero era muy importante tener claridad “de lo que somos y hacemos”, porque el mal también está siempre en este mundo, amenazando constantemente todas aquellas personas que de dedican a construir y hacer posible la difusión del reino de Dios.
