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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Feligreses y miembros de comités pro memoria de monseñor Romero participaron en una misa en honor al 102 aniversario del natalicio del obispo mártir, celebrada en la capilla del hospitalito la Divina Providencia, donde el sacerdote Trinidad de Jesús Nieto enfatizó que san Romero no se quedó solamente orando por los que sufren, sino se acercó a ellos y fue la voz solidaria que acompañó a su pueblo.
El padre Nieto dijo que monseñor Romero estuvo cerca de las personas a quienes les habían asesinado sus familiares y eran víctimas de la represión, por eso el pueblo lo consideró la voz solidaria de quienes no podía expresarse y no era escuchado en ese momento.
“Así era el cariño, el amor y la solidaridad que monseñor Romero tenía con todos los sufrientes, consoló a los familiares de las víctimas que se deshacían en dolor por la muerte de sus seres queridos. Dentro de su solidaridad con la gente que sufría también pensaba en los que hacían el mal y se preocupó por la conversión de los victimarios”, afirmó Nieto.
Asimismo, externó que al celebrar su cumpleaños también debe ser una preocupación de la sociedad por todos aquellos obreros que no tienen trabajo, que no se mejoran los salarios, el deseo de algunos por apropiarse del agua y otros que quieren enriquecerse más aumentando el cobro por los servicios básicos.
Según el religioso, el pueblo debe reacciona a las medidas económicas que no beneficia a la mayoría de personas y genera más pobreza en el país, pues el obispo mártir enseñó que ser solidario es convertirse en profeta y denunciar las injusticias.
Teresa Henríquez coordinadora suplente del comité nacional monseñor Oscar Arnulfo Romero explicó, que previo a la eucaristía dedicada a conmemorar el aniversario del natalicio de san Romero, se hizo una recolecta de víveres y artículos de primera necesidad, que fueron entregados a los enfermos de cáncer que son atendidos en el lugar.
“Como un legado de la vida de monseñor Romero, testimonio, entrega y amor a los pobres, recolectamos insumos para apoyar el hospitalito donde el obispo mártir decidió vivir cuando fungió como arzobispo de San Salvador. San Romero que es conocido mundialmente nos ilumina el camino y nos sigue haciendo el llamado a no ser indiferentes con las necesidades de los más pobres”, aseguró Henríquez.
A la vez, manifestó que el santo salvadoreño quiso quedarse con quienes sufrían, vivió de forma pobre, por eso es un testimonio para el pueblo, su forma de vida sigue siendo un llamando a la unidad y organización a fin de defender los derechos de todos, pero en especial de las víctimas que día a día sufren las injusticias.
Monseñor Romero nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, su padre era telegrafista y su madre de oficios domésticos. Su vocación sacerdotal se puso de manifiesto desde que era un niño, según testimonios de quienes lo conocieron, antes de empezar con sus actividades cotidianas entraba a la iglesia a encomendarse a Dios y a pedirle por su familia.
