Alma Vilches@AlmaCoLatino
En el cuarto domingo de Pascua, el mensaje principal durante la celebración en la Cripta de Catedral Metropolitana es la invitación de Monseñor Romero a seguir el ejemplo de Cristo que es el buen pastor, quien conoce a sus ovejas y da la vida por ellas.
Monseñor Romero enfatizó en ese momento que el buen pastor es luz y apoyo, acoge con afecto paternal a quien desea ser de su rebaño, en cambio un pastor asalariado las abandona.
“La figura del buen pastor es la que debe inspirar al padre y madre de familia, al obispo, gobernante, al rico, al pobre, la inspiración del cristiano es cristo mesías y Señor. La luz del buen pastor aquí en El Salvador responde a la misma luz de hace veinte siglos”, aseguró.
Asimismo, dijo que la figura de Cristo el buen pastor, es la puerta por donde se entra legítimamente al rebaño y constituye toda una lección e inspiración. A la vez, hizo una invitación a arrancar del corazón esas amarguras, las cuales muchas veces dejan los pesimismos porque se ha perdido la esperanza.
“Humildes unos y otros, en vez de odiarnos, deberíamos amarnos y esperando de Cristo el Buen Pastor que conduzca este pueblo, no hay otro conductor de nuestro pueblo. Si surgen otros prescindiendo de Cristo, él mismo ya lanzó su condenación contra ellos, porque nadie puede entrar a dirigir el pueblo sino por la puerta que es él”, expresó el obispo mártir.
A la vez, indicó que el mal pastor es quien sólo piensa en él, se nutre del poder y se vuelve en contra de Dios y de los hombres, se endiosa tanto al grado de creerse por encima de todos los poderes; sin embargo, son llamados a ser “buenos pastores” los religiosos, gobernantes y laicos.
“Yo no sería tampoco el predicador de la palabra de Dios, si no tuviera en cuenta que esta palabra del Buen Pastor tiene un marco tan trágico, donde necesitamos que sobre estas sombras de sangre, dolor, depresión, desolación, se destaque la bella figura del Buen Pastor”, manifestó en su homilía del 16 de abril de 1978.
En la misa de este domingo se destacó que Monseñor Romero a ejemplo de Jesús supo ser fiel al evangelio siendo buen pastor, quien cuida y protege a sus ovejas, atrae otras que no están en el rebaño y no las abandona.