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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Yo lo conocí (Monseñor Romero) en 1978, cuando la prensa escrita y radial había hecho una campaña difamatoria para no dejarlo entrar al país, y fuimos como 18 personas las que estuvimos en el Aeropuerto de Ilopango para recibirlo y cuidarlo”, recordó, Carlos Medrano.
“Él expresó pocas palabras -pero recuerdo que nos dijo- que teníamos un gran valor y corazón, desde entonces para mí era un referente no solo para el país, sino a nivel internacional, al darle voz a los sin voz. Un hombre misionero fuera de serie que se ha convertido en el salvadoreño más universal”, agregó Medrano, en la misa de aniversario.
San Oscar Arnulfo Romero también ha sido reconocido por el Sistema de Naciones Unidas (ONU), consideró Antonio Aguilar, abogado CRISTOSAL, al señalar que la designación del “Día Internacional a la Verdad, en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y para la Dignidad de las Víctimas” es una forma de honrar su legado.
“Para la ONU, este día es tan importante para la defensa de los derechos humanos y la persecución de los grandes crímenes contra la humanidad -es un claro homenaje a Monseñor Romero- por todo el legado, esfuerzo y sacrificio que el obispo mártir realizó en todo su apostolado a favor de la defensa de los derechos humanos de las personas más desposeídas y víctimas de violaciones a sus derechos”, afirmó Aguilar.
La Capilla en el Hospital Divina Providencia, que brinda cuidados paliativos a personas con cáncer terminal, abrió de nuevo sus puertas y recibió este día a los romeristas, y feligresía en general, quienes asistieron a la misa en memoria a san Oscar Romero, este 24 de marzo.
La homilía estuvo a cargo del padre Vicente Chopin, quien lanzó un llamado a la feligresía a que salgan de la apatía o el temor que los envuelve en el contexto actual. Y los instó a retomar el camino del Obispo Mártir, en defensa de la verdad, la justicia y la denuncia de la violación de derechos humanos.
“Este día hemos venido a resucitar con Monseñor Romero, porque la proclamación solemne de su canonización no es suficiente. Ahora se requiere de su legado y la incorporación que su praxis se llama la ciudadanía responsable”, dijo el sacerdote.
“En la ciudadanía responsable la figura de Monseñor Romero es la de un patriota y ciudadano que se abre paso ante nosotros. Y si llamamos a Romero patriota pueda resultar extraño, sin embargo, él tenía una concepción precisa de patriotismo”, afirmó el padre Chopín.
“Resulta extraño llamarlo patriota”, lo entiendo, porque también las personas que planearon su asesinato se hacen llamar patriotas también, y por si fuera poco también se hacen llamar cristianos católicos, prosiguió el prelado.
“Que ironía que incluso llegaron a decir que al asesinar a Monseñor Romero, le hacían un bien a la iglesia y a la patria, alegando proteger ambas instituciones”, recordó Chopin.
No obstante, aclaró que esta ideología de proteger a la iglesia y la patria, producto de que amenazaba el comunismo, fue también el cumplimiento de la palabra de Dios (Juan 16: 2) “llegará el el momento en que cualquier que os mate creerá que está prestando un servicio a Dios”, reiterando su mensaje que “no se podía ser patriota y asesino al mismo tiempo”, dijo en la homilía.
Asimismo, mencionó las posturas de dos obispos en el contexto del régimen dictatorial de Maximiliano Hernández Martínez, cuando se reeligió luego de manipular la constitución. Y que mientras monseñor Juan Antonio Dueñas y Argumedo, obispo de San Miguel lo aprobó, el obispo José Alfonso, rechazó tal acción.
“Así como hay obispos que dan la vida por la iglesia y por la patria, también hay quienes la traicionan. La primera y única vez que Maximiliano Hernández Martínez se reeligió en 1935 , fue respaldado por el obispo monseñor Juan Antonio Dueñas y Argumedo, obispo de San Miguel”, reseñó.
El presidente Martínez, relató el padre Chopian, en ese momento de la historia manipuló la Constitución de la república para tal fin, lo que consideró que era una práctica en la historia de país.
Chopín citó la exaltación que hiciera el obispo Dueñas y Argumedo, ese 1o de marzo de 1935, al militar y dictador: “Día jubiloso de nuestra patria, una efemérides gloriosa de nuestra democracia” y que era “la transmisión del poder presidencial de la república con miras patrióticas de engrandecimiento nacional mediante el reinado de la justicia y la paz”. Esta declaración, Chopin la consideró un sometimiento al poder de facto.
“El obispo Dueñas y Argumedo pasaba por alto las modificaciones a la Constitución hechas por Martínez y, sobre todo, la matanza de indígenas muchos de ellos también cristianos y católicos, pero el fin práctico e ideológico de detener el avance del comunismo pudo más que la fe del obispo”, expresó Chopín.
“En cambio, su colega José Alfonso Belloso y Sánchez no pensaba de la misma manera, increpó a los terratenientes pasándoles una circular exclusivamente a todos los oligarcas de este país. En donde les preguntaba ¿Sabe usted cómo viven sus colonos ?, ¿Tienen ellos en sus viviendas cierta comodidad o higiene?, ¿Se les paga el salario suficiente para el vivir lo cotidiano y el sostenimiento familiar?, creo que monseñor Belloso y Sánchez merece nuestro respeto porque la iglesia no debe arrodillarse ante ningún poder”, acotó el sacerdote Chopín.
El prelado dijo que el ministerio episcopal de san Oscar Romero, contrasta con estos hechos descritos, porque el Obispo mártir nunca “se sometió al criterio de los poderosos”. Así también, la manera en que coincide su mensaje pastoral se puede inferir que “Monseñor Romero también es un mártir de la patria” al pedir a las actuales autoridades eclesiales se revistan de esa espiritualidad de Monseñor Romero y no quedarse en silencio.
“La ciudadanía que nace de Romero es activa y participativa, dijo, y citó a Monseñor Romero, quien dijo que ´el ciudadano salvadoreño debe sacudir su marasmo y superar el miedo a unos pocos que dominan a los más de 2 millones´ (fechas antiguas de población), y pidió que dejarán de ser manada, que sean hombres libres y defender sus derechos”, enfatizó.
“Nos manifestamos en contra de todo populismo en el ejercicio del poder y propugnamos un gobierno que resuelva las necesidades reales del pueblo, la reducción del costo de la canasta básica, educación y salud de calidad y el respeto al medio ambiente. Hermanos y hermanas, resucitemos con Monseñor Romero superando la apatía y el miedo que nos apabulla dejemos de ser manada y mediante el uso de nuestros derechos seamos hombres y mujeres libres”, puntualizó el padre Chopin.
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