“A los sectores acomodados pero enfermos de egoísmo los llamó a la conversión, les exhortó a usar el poder económico, social y político para el bien común. Les pidió trabajar por la paz y un orden social cristiano. Actitudes todas que lo llevaron al martirio”.
Gloria Silvia Orellana@SilviaCoLatino
La ceremonia religiosa de la conmemoración de los 75 años de existencia del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) y el cierre de las celebraciones del Centenario del nacimiento del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue dominado por el color rojo y el incienso, que en la Iglesia Católica significa “martirio y purificación”.
La Santa Misa fue oficiada por el arzobispo de San Salvador José Luis Escobar Alas y concelebrado por el nuncio apostólico León Kalenga, los cardenales Gregorio Rosa Chávez, Oscar Andrés Maradiaga y José Luis Lacunza, entre otros jerarcas de la Grey Católica.
Al oficio religioso asistió el Presidente Salvador Sánchez Cerén, su esposa Margarita Villalta de Sánchez y miembros del gabinete de gobierno, quienes fueron invitados por la Iglesia católica salvadoreña.
Las lecturas bíblicas estuvieron vinculadas a la vida de los justos, la entrega de los mártires y la dignidad de ser hijos de Dios, a través del amor a Jesucristo. En donde reluce la Pastoral del Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
En la homilía describió el desarrollo del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) que fue una obra del arzobispo Luis Chávez y González, y otros sacerdotes que consolidaron un organismo de comunión y de estrechamiento de lazos de amistad, desde el año 1942.
“Es un organismo único en su momento histórico, porque no existía otro similar en otra región del mundo, sin duda alguna el SEDAC ha sido un organismo que ha ido marcando el camino de nuestras iglesias en Centroamérica. No en vano surgió en el momento de consagración más grande de la Iglesia, que es la eucaristía”, narró.
Asimismo, el arzobispo Escobar Alas contempló los aportes de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, cuando en mayo de 1968 fue nombrado secretario ejecutivo del SEDAC y se le entregó la redacción del boletín del mismo organismo.
“Pertenecer al SEDAC no fue mera participación administrativa para Monseñor Romero. Con la visión trascendente que lo caracterizaba y que estamos seguros, el Espíritu Santo lo guiaba, en sus ejercicios espirituales anotó como uno de los propósitos, significar su trabajo colocando entre sus prioridades la santificación del trabajo del SEDAC”, dijo.