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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Las soluciones humanas deben darse con respeto, libertad y dignidad, trabajar por el bien común y resolver los problemas de los seres humanos con autoridad, sin la prepotencia de los poderosos que avergüenzan al pueblo, porque con sus armas doblegan y oprimen, fue el mensaje principal en la celebración dominical de la Cripta en Catedral Metropolitana.
Los feligreses recordaron este domingo el mensaje de Monseñor Romero, quien en su momento dijo que la autoridad bien entendida gobierna con justicia y misericordia, los soberanos no deben mandar fuera de lo que Dios quiere, cuando la potestad de los hombres hace abuso contra la Ley de Dios, el derecho, la libertad y dignidad de los hombres, entonces, es hora de obedecer a Dios antes que a los hombres.
“El gobernante no puede usar la potestad a su capricho, los gobernantes son ministros y servidores de Dios como todas sus criaturas, su poder es principio de la justicia porque no juzga injustamente; la justicia es la manifestación del poder, un poder no es verdadero si no es justo. Dios es misericordioso porque nos ama y espera que los hombres vuelvan al buen camino”, enfatizó el obispo mártir.
Asimismo, recalcó que cuando los hombres llegan a tener un poder, atropellan, torturan, golpean y hacen groserías con los débiles, que se convierte en crueldad, por ello, se debe seguir el ejemplo de Dios, que juzga con bondad y con misericordia hasta a los pecadores.
Monseñor Romero defendió la dignidad humana, luchó con valor y convicción por los derechos humanos y contra el abuso de poder, constató que los derechos de los pobres eran estructural e institucionalmente violados a causa de la injusticia social y la represión, consideró que la iglesia traicionaría su amor a Dios y la fidelidad al Evangelio si dejaba de ser defensora de los derechos de los pobres.
Defendió a las víctimas de la opresión y represión, lo hizo de una forma humanizadora y con misericordia, denunció los atropellos que sufrían las víctimas, y clamaba por la reivindicación de los derechos del pueblo indefenso que era oprimido sin piedad.
El sacerdote Francisco Cartagena explicó, durante la homilía, que si por quedar bien no se ha defendido la justicia y la doctrina con la propia vida, Dios dirá “no te conozco”, es importante no tener miedo y testificar que Jesús es el Señor.
“Estamos llamados a ser buen trigo, Dios nos ha llamado con nuestras debilidades y pecados, pero quiere que tomemos la decisión de seguirlo de una forma radical, cuando descubramos que realmente el Señor es quien nos salva, entonces, entenderemos la decisión radical que han tenido los santos. San Romero nos da ejemplo de ello porque cuando se encuentra con el evangelio se transforma y no puede seguir siendo el mismo”, manifestó el religioso.
