@OscarCoLatino
El padre Cesare Azzimonti, fraile franciscano menor de Milán, expresó a la feligresía católica congregada en la Cripta de Catedral Metropolitana que “el Señor siempre nos propone algo nuevo, lo que permite abrir nuestro corazón para mejorarnos”.
Azzimonti agregó que la vida actual de los cristianos está marcada por diversos intereses y distracciones, lo que impide a los cristianos “cambiar y ser mejores”.
“La vida nos propone muchas cosas que son diferentes a lo que quería Dios para nosotros, nos propone cosas y bienes y nos hace avaros”, dijo Azzimonti.
Para el fraile franciscano, es importante que los católicos tengan un corazón libre, por lo que instó a los feligreses a buscar un acercamiento con Dios. “Cada uno de nosotros debería de ser libre, pero hay cosas que lo impiden: el miedo, la codicia, el no saber amar”, dijo Azzimonti.
El mensaje del fraile concuerda con lo expresado por Monseñor Oscar Arnulfo Romero, en su homilía del 31 de julio de 1977, en la que instó a los feligreses a “trascender”, y pidió a los católicos y a los salvadoreños en general que tuvieran una “perspectiva hacia lo eterno”.
“Cuando miramos las cosas, las riquezas y los bienes de la tierra, sin tener en cuenta a Dios, las cosas se hacen vanas”, dijo Romero en su mensaje.
De igual forma, en su mensaje, Romero expresó: “muchos de nuestros contemporáneos parecen temer que, por una excesivamente estrecha vinculación entre la actividad humana y la religión, sufra trabas la autonomía del hombre, de la sociedad o de la ciencia”.
Romero consideró “deplorables” ciertas actitudes, que por no comprender bien el sentido de la legítima autonomía de la ciencia, se han dado algunas veces entre los propios cristianos actitudes que, seguidas de agrias polémicas, indujeron a muchos a establecer una oposición entre la ciencia y la fe.