Alma Vilches
@AlmaCoLatino
“ En el corazón de Monseñor Romero está la autenticidad y veracidad de su legado de amor al pueblo”, fue el mensaje principal de la eucaristía celebrada por el sacerdote Juan José Mendoza, en la Cripta de Catedral Metropolitana, donde cada domingo los feligreses acuden a nutrirse espiritualmente del mensaje profético del obispo mártir.
Mendoza enfatizó que la Iglesia católica está en contra de todo lo que atenta contra la vida de las personas, al igual que hace 38 años lo hiciera Monseñor Romero, quien trabajó y pidió la paz, la cual es fruto del amor, la verdad y justicia.
“Se trata de ser testigos al igual que Monseñor Romero lo hizo en esta historia de salvación, de alguna manera todos estamos llamados ser dadores y defensores de la vida. En el país hay mucha gente ignorante, esa ignorancia muchas veces viene desde la misma familia, que no educa correctamente a los hijos, ya que los padres no dan ejemplo de solidaridad y de la verdad que debería saberse”, señaló el religioso.
Monseñor Romero se caracterizó por ser un profeta de la justicia y un defensor de los derechos humanos, dio su vida por amor a su pueblo, y por fidelidad al proyecto de Jesús.
Es impresionante el coraje que tuvo al estar dispuesto a entregar su vida, antes que callarse ante la violación de los derechos humanos que estaba sufriendo su pueblo.
De esa acción determinante y de denuncia que tuvo el Beato Monseñor Romero deriva el impresionante amor que los salvadoreños, no solo católicos, y mucha gente en el mundo entero le sigue teniendo a pesar de los años transcurridos desde su muerte.
El principal objetivo de Monseñor Romero fue la defensa de los pobres y oprimidos, sus denuncias de violaciones a los derechos humanos nunca surgieron del odio, al contrario, estaba enfocado por fomentar el amor entre todos los salvadoreños, ya que estaba convencido que el mal solo se puede vencer con el bien.