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@AlmaCoLatino
Dios nunca deja solo a su pueblo, case siempre lo acompaña con palabras de aliento, tal como lo hizo el beato Monseñor Romero con su mensaje de esperanza a los más sufridos, esa fue la reflexión durante la celebración dominical en la Cripta de Catedral Metropolitana.
El sacerdote Oscar Arnulfo Barrera dijo que a pesar de la muerte y sangre derramada por muchos hermanos, Dios sigue estando con su pueblo donde el peligro acecha, pero a la vez, implica que a quienes no están del lado malo, a dar testimonio de fe.
“Detrás de la muerte de Jesús, al igual que de la muerte de Monseñor Romero, hay un sistema que atentó contra su existencia que se opuso al amor y misericordia de Dios. Detrás de tanta muerte y violencia que hay en nuestro país hay un sistema que lo alimenta”, aseguró el padre Barrera. Asimismo, reiteró que antes del asesinato del beato existió todo un sistema de muerte que fue consintiendo la maldad en los corazones de aquellos que estaban a favor de la maldad y el sufrimiento del prójimo.
El religioso manifestó durante la homilía que en la actualidad se hace un llamado a todo el pueblo de Dios a construir una nueva historia donde reine el amor, la paz y la misericordia; pero también donde la justicia se haga presente. “A los malos les disgusta que hayan personas justas, que existan personas que defiendan los derechos humanos, hay personas muy bien vestidas que no se sienten bien porque hay gente humilde que buscan el bien, la paz y la reconciliación. Hay personas que detestan a quienes están al lado de los humildes y sencillos y que quieren ser fieles a la causa de Jesús”, enfatizó el sacerdote.
Los miembros de la Comunidad Monseñor Romero de la Cripta de Catedral presentaron al momento de la procesión de ofrendas una imagen del obispo mártir como símbolo del buen servidor que como humilde pastor cumplió con la voluntad de Dios al servir a la población más pobre. A la vez, durante la celebración se pidió porque en el país renazca la justicia y paz, para que se derroten las manifestaciones de todo tipo de violencia y que su misericordia se extienda a todos los pueblos divididos por el odio, la codicia y la guerra.
