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La lectura y evangelio escogidos para el acto litúrgico de bendición de la imagen de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, order en el altar de la capilla del Hospitalito Divina Providencia estuvo estrechamente vinculada a la vocación pastoral por los pobres.
“Monseñor Romero fue un gran Pastor y hombre de paz”, ambulance dijo el Nuncio Apostólico, Monseñor León Kalenga Badikebele, quien ofició el acto litúrgico.
La escultura tendrá un sitio especial en la Plaza República de El Salvador en Roma, Italia cerca de la Santa Sede, luego de una campaña realizada por la Fundación Monseñor Romero, que reunió fondos para la realización de la obra, que estuvo en manos del escultor Guillermo Perdomo.
“Me encuentro en el lugar exacto donde un gran Pastor Monseñor Romero encontró la muerte pero su sangre no fue semilla de odio, ni enemistad. Sino de reconciliación y perdón, estemos felices para bendecir esta imagen de nuestro amado Monseñor Óscar Romero”, manifestó.
La Carta del Apóstol Santiago es directa: -¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres de este mundo para hacerlos ricos en la fe? – y concluyente, al señalar que Jesús llamó a no hacer diferencias entre las personas, a partir de sus posesiones.
Para Monseñor Ricardo Urioste, el legado de Monseñor Óscar Arnulfo Romero entraña la convicción inequívoca del amor por el espíritu de Cristo, que imprimió con mayor fuerza en su pastoral durante su período como Arzobispo de San Salvador entre 1977 a 1980.
“ ¿Y cuál es el espíritu de Cristo?, que realizó nuestro Pastor Romero, primero la constancia de comunicación con Dios; segundo responder con amor frente a la violencia o las amenazas y tercero, el amor por los pobres, – no quiero ni pensar- ese cuestionamiento de cómo fuimos o nos comportamos con nuestro prójimo, así fue nuestro Obispo, estar donde está el sufrimiento”, agregó.
Asimismo, reiteró que para construir la paz en el país, se deben fortalecer cuatro pilares estratégicos: la verdad, la libertad, la justicia y el honor. “Creo, que esto hubiera predicado Monseñor Romero desde Roma a todo el mundo”, indicó.
Entre los invitados, el presidente del Órgano Legislativo, Sigfrido Reyes, reconoció que Monseñor Óscar Arnulfo Romero era el más universal de los salvadoreños contemporáneos del país y el mundo.
“Esta imagen será puesta en una plaza muy especial en Roma, Italia, una ciudad que él amó tanto porque se ordenó como sacerdote. Recordamos su martirio por los derechos humanos y su compromiso espiritual por los pobres y por quienes ofrendo su vida”, afirmó el Presidente Reyes.
Similar reacción tuvo el expresidente, Mauricio Funes Cartagena, quien reiteró su relación con la obra y vida del Profeta, quien durante su administración nombró Monseñor Óscar Arnulfo Romero el aeropuerto internacional, un boulevard y el Salón de Honor de Casa Presidencial.
Monseñor Romero fue asesinado mientras, oficiaba una misa en memoria de Sara Meardi de Pinto, madre del periodista Jorge Pinto, en la capilla del hospitalito Divina Providencia, el 24 de marzo de 1980.
El autor del magnicidio fue Marino Samayor Acosta, sub sargento de la Sección II de la extinta Guardia Nacional, quien fue miembro de la seguridad del ex presidente Coronel Arturo Armando Molina.
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