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Samuel Amaya
@SamuelAmaya
Desde tempranas horas del sábado, el personal del Ministerio de Obras Públicas inició los trabajos de demolición de 38 viviendas en la comunidad Nueva Israel, en San Salvador, la capital, que se encuentran en riesgo latente tras resultar afectadas por el paso de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, entre mayo y junio de este año.
“Junto al Sistema Nacional de Protección Civil declaramos esta zona como vulnerable”, expresó el ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, quien llegó a inspeccionar dicha demolición y a manifestar que se quiere evitar que nuevas familias lleguen a reasentarse en la zona, «por eso empezamos con las demoliciones”, ya que existe el riesgo que lleguen personas externas a reutilizar dichas viviendas, se prevé que, por las condiciones climáticas del país, podría pasar lo mismo.
Además de las 38 casas que el MOP demolió por petición del Ministerio de Vivienda, también realizará obras de estabilización de los taludes (terreno).
El funcionario agregó que esta demolición “es como decirle un adiós a ese pasado obscuro, de olvido, de abandono de pobreza y marginación por el cual vivieron las familias de la comunidad Nueva Israel por años. Ahora van a tener un futuro con nuevas y mejores oportunidades”. “La idea es generar desarrollo y crecimiento no solo con una vivienda digna, sino con diferentes oportunidades de crecimiento personal y de educación”, finalizó el ministro Herrera.
A las familias que se vieron afectadas, el Gobierno les entregó casas nuevas en Ciudad Marsella, en San Juan Opico, hace una semana. El mismo presidente Nayib Bukele llegó a entregar unas cuantas llaves a los nuevos residentes de la comunidad Nueva Israel y de Los Angelitos II en Nejapa que se vieron afectados por el deslave a finales de octubre.
A los jefes de hogar se les entregó sus escrituras sin tener que pagar alguna cantidad de dinero, por sus nuevos hogares.
