Por José Arturo Cárdenas/Tiwanaku/AFP
El aymara Evo Morales recurrió el miércoles a los rituales indígenas en los que no faltaron los sahumerios y los chamanes, para celebrar su récord de permanencia en la presidencia de Bolivia, mientras se prepara para extenderla hasta 2025.
En el complejo religioso y prehispánico de Tiwanaku, el corazón de una de las culturas más longevas de Sudamérica, el gobernante alardeó de logros políticos, económicos y sociales desde que llegó al poder el 22 de enero de 2006 y del combustible que aún dice tener para gobernar por 10 años más.
Morales, una de las figuras del socialismo en la región, lleva 9 años, 8 meses y 27 días en la presidencia de Bolivia, un día más que el mariscal Andrés de Santa Cruz, quien gobernó entre 1829 y 1839, asumiendo el cargo de «Gran Protector» de la Confederación Perú-Boliviana.
«Hoy día, esa permanencia más larga, hemos superado. Por eso estamos acá para rendir homenaje a nuestro proceso de cambio, a nuestro pueblo», afirmó Morales desde las escalinatas del templo de piedra Kalasasaya, donde sus ministros y los indígenas, sus leales aliados políticos, lo felicitaron en medio del frío del Altiplano.
Previamente, un chamán aymara realizó una ceremonia que inició en la madrugada, donde se instaló una pira para quemar dulces, hierbas, semillas y diferentes raíces para agradecer a la Pachamama (madre Tierra) por la gestión gubernamental y una próspera administración futura.
«En 500 años no hemos visto nada (de beneficios para el pueblo) y ahora pedimos a la Pachamama que lo cuide», le dijo a Morales un sabio aymara.
Pero la celebración popular será el sábado en el Chapare (centro), el valle cocalero desde donde Morales, un humilde pastor de llamas, emergió a la vida política del país.
Agradecimientos
El gobernante, un acérrimo crítico de la economía neoliberal, hizo un repaso a sus logros desde que asumió la presidencia de uno de los países más pobres de Latinoamérica en 2006 y que debe terminar en 2020, aunque el oficialismo ya ultima una reforma constitucional para permitirle presentarse a la reelección por cuarta vez.
Morales recordó el apoyo y las enseñanzas que recibió desde el inicio del líder cubano Fidel Castro y de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y los finados Hugo Chávez de Venezuela y Néstor Kirchner de Argentina.
«Nos ayudó bastante Fidel Castro y Hugo Chávez, de Cuba y Venezuela, con la ‘misión milagro’ (campaña oftalmológica) y con alfabetización, eso nos consolidó y nos hemos levantado», reseñó.
«También debo reconocer la participación de Lula, con sus sugerencias, y la participación de Néstor Kirchner, de quien tenemos muchos recuerdos», agregó.
La razón del éxito
El ministro de Economía, Luis Arce, quien está junto a Morales desde el principio, destacó en Tiwanaku que la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, que permitió multiplicar los ingresos en las arcas del Estado, fue la gran medida del gobierno.
«El pilar fundamental es la nacionalización que es el punto que ha dado un giro totalmente a la economía nacional», señaló la autoridad.
El propio Morales recordó en su discurso que las reservas internacionales pasaron de 1.700 millones de dólares en 2005 a 15.000 millones actualmente, que el PIB pasó de 9.000 millones al inicio de su gestión a 33.000 millones y que la pobreza cayó de 38% a 17%.
La economía de Bolivia, basada principalmente en la extracción de materias primas como el gas y los minerales, crece más que la de sus vecinos regionales y, las autoridades esperan que este año el PIB avance un 4,7%.
En febrero próximo está previsto un reférendum para ratificar una reforma de la Carta Magna aprobada por el parlamento, que habilita a Morales a presentarse por cuarta vez a la presidencia de Bolivia para el período 2020-2025. Hasta ahora, el mandatario ha superado con una holgura todos las pruebas electorales.