A los que mueren por falta de justicia
Calle plomiza donde juegan los niños,
palmeras grises siendo hechas cenizas,
geniocidios, sonricidios, homicidios.
Apresuraste lentamente nuestra muerte,
me obligaste a verla tras mi puerta.
¡Oh fábrica de muerte!
¡Oh sobornable moral!
¡Oh negociable vida!
¡Oh muerte amiga!
¡Oh seductora resignación!
Calle plomiza donde juegan los niños,
calle de féretros perpetuos.
¡Cayó el cacique!
¡Cayó el poeta!
¡Caíste padre!
¡Caíste amigo!
Calle plomiza donde juegan los niños,
palmeras grises,
lobos de sangre,
chimeneas de muertes no paridas.
El adiós de nuestros padres nos ha dejado sin hijos,
y es que ¿Dónde diablos jugaran si solo nos dejaron plomizas calles?
Gamaliel Mejía
Poeta joven