Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“El Gobierno debe despertar de su letargo ambiental y darse cuenta de que con su gestión gubernamental está acelerando el camino hacia nuestra propia destrucción”, dijo Ricardo Navarro (presidente del CESTA), al presentar junto al MOVIAC el balance ambiental del año 2020.
Navarro explicó que en los gobiernos anteriores el tema ambiental no fue prioritario en sus agendas, pero el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha demostrado la “falta de interés por atender la grave situación ambiental”, al señalar el debilitamiento institucional en defensa de los bienes naturales y evitar los componentes que vulneran el ambiente y las comunidades.
“Hemos visto cómo se giró instrucciones al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para autorizar todos los permisos ambientales que estuvieran pendientes. Y se recortó drásticamente el presupuesto de por sí raquítico del MARN y organismos relacionados con ANDA. Todos sabemos de la ejecución de proyectos altamente cuestionados en términos ambientales como Valle El Ángel, junto al incremento de la deforestación y la promoción del monocultivo de la caña de azúcar”, argumentó Navarro.
Asimismo, señaló otros problemas, como la disposición de los desechos sólidos del Gran San Salvador, en donde el alcalde Ernesto Muyshondt denunció públicamente a dos ministros del Gobierno actual, involucrados en obstaculizar su gestión con fines electorales.
“No podemos negar tampoco el agravado problema del suministro del agua potable, y no digamos su calidad y cantidad. Y es lamentable, que los programas de huertos escolares hayan sido abandonados, como no hacer nada ante el aumento de la contaminación industrial, vehículos y plástico. Con todo un debilitamiento del sistema de Protección Civil a nivel nacional, departamental y comunitario”, agregó.
En el acumulativo de toda esta situación, que tiende a incrementar la vulnerabilidad de la población, Navarro consideró un absurdo ignorar los problemas globales como el Cambio Climático, que ha afectado la biodiversidad, la acidez de los océanos y altos niveles de contaminación en general.
“Parece que todo esto no es del conocimiento del Gobierno, por esto pedimos hacer una evaluación ambiental para establecer una estrategia de sobrevivencia del país. Con el deslave de Nejapa, el MARN informó (vía twitter) sobre la inminencia del desastre, pero la Comisión de Protección Civil, a cargo de Gobernación, no alertó a la ciudadanía y se perdieron diez vidas humanas, eso es lamentable”, recalcó.
Los estragos en zonas vulnerables como el Bajo Lempa fue expuesto por José Santos Guevara, coordinador general del Movimiento de Víctimas, Afectados, y Afectadas por el Cambio Climático y Corporaciones (MOVIAC), y director de ACUDESBAL; expresó su preocupación por la casi nula atención a las problemáticas ambientales y su impacto al Oriente del país.
“Nos preocupa que la gestión de riesgo que cuenta con toda una estructura y una ley haya sido debilitada y es un proceso estancado -lo decimos con propiedad-, porque vivimos en una zona de alto riesgo. En el Bajo Lempa en el margen izquierdo al lado de Jiquilisco, a la altura de la comunidad Mata de Piña, hacen falta cuatro o cinco kilómetros de borda que deben construirse, porque mientras no lo hagan la vulnerabilidad por inundaciones será siempre fuerte. Y los 27.5 kilómetros de borda de Mata de Piña hasta la comunidad Babilonia, necesita un mantenimiento, porque ya tiene mucho deterioro y es necesario atenderla junto al sistema de drenaje que hay en la zona que permite la evacuación de las aguas, ya sea por lluvia o momentos de inundación del Lempa”, manifestó Guevara.
En cuanto al estado de las carreteras al Bajo Lempa, y las secundarias en tramos de Corral de Mulas, Zamorano hasta Las Arañas, son alrededor de seis kilómetros sin construirse, porque suelen utilizarse de ruta de evacuación o acceso, al señalar a Salinas de Sisiguayo, que sus calles están deterioradas lo que haría imposible una desocupación de urgencia.
“Hemos solicitado en muchas ocasiones una vía alterna, de la comunidad El Zamorano a Tierra Blanca. ¿Por qué?, porque solo la entrada a San Marcos Lempa es lo que tenemos para evacuar o transitar. Planes había de construir un baipás, que no se hizo y por tanto tenemos un cuello de botella que dificulta el tránsito y más cuando el transporte de carga de cañeros se dificulta mucho. Y en cuanto a salud, podemos decir que, por la expansión de la caña de azúcar, tenemos una gran población altamente contaminada, que genera la Enfermedad Renal Crónica; el MINSAL, en el año 2009, hizo un estudio y el 18 % de esa población tenía un grado de afectación de insuficiencia renal y sabemos que es por uso de agroquímicos altamente tóxicos”, sostuvo.
Mientras en representación de los pueblos indígenas, Amado Ramos, de la organización Paso del Jaguar, declaró que la población se enfrenta a la “muerte de la naturaleza”, porque están atentando contra la biodiversidad del territorio nacional.
“Esto es un ataque frontal contra la vida de los pueblos y, en ese sentido, queremos hacer ver que los proyectos de muerte que se impulsan como desarrollo afectan directamente a los pobladores, quienes pagan los impactos; proyectos como las presas El Chaparral, Sensunapán, que están diseñadas para destruir los pocos ríos caudalosos del país, cuando sabemos que permite la vida plena de los pueblos Indígenas”, reafirmó.
El MOVIAC llamó al Gobierno a implementar programas de descontaminación de ríos y lagos, poner en mora la tala de árboles, para forestar, y regular la proliferación de grandes extensiones de monocultivos.
“Esa noticia que apareció, que el agua se está cotizando en la bolsa de valores -para mí- es una muestra del deterioro de la civilización, porque es un bien elemental y si la cotizan tiene un valor en dinero y se debe pagar por eso. Y, si no tengo dinero, no podré obtenerla. Porque la vida no prevalece, sino el interés económico; es una noticia terrible y debemos oponernos”, puntualizó Ricardo Navarro.