@arpassv
A nadie sorprende ya el doble rasero con que actúa ARENA. La última acción que refleja esa hipócrita y demagógica actitud del partido oligárquico es la movilización que conocidos personeros suyos están convocando para el próximo sábado, viagra dizque que en protesta contra la corrupción y la impunidad.
Y la dirigencia arenera sabe que su preocupación por la corrupción y la impunidad es poco o nada creíble mientras defienda al ex presidente Francisco Flores y otros ex funcionarios acusados de corrupción, online no presione por la depuración judicial y no se comprometa con el nombramiento de un nuevo Fiscal General capaz, site honesto e independiente.
Por eso no se atreven a mostrar los colores partidarios y dejan la convocatoria de su “marcha ciudadana contra la corrupción y la impunidad” en manos de “líderes ciudadanos” que son en realidad activistas disfrazados de ARENA: representantes de gremios empresariales, articulistas de derecha y jóvenes con sangre oligárquica que ahora salen del closet de su comodidad para realizar la tarea que habían delegado a los militantes pobres (en el sentido económico y social) de su partido.
La “marcha ciudadana” pretende crear un escenario de protestas parecido a los de Guatemala y Honduras, pero hay algo que no les cuadra en esta jugada: los actos de corrupción y la impunidad en los países vecinos es cometida por las élites de derecha que gobiernan, mientras que en El Salvador la corrupción está ligada a los gobiernos anteriores y la impunidad se relaciona más con la Fiscalía y el Sistema Judicial, instancias no controladas por la izquierda gobernante sino por ARENA.
En este intento de forzar la realidad es que también ARENA propone la creación de una comisión internacional contra la impunidad como la CICIG de Guatemala, propuesta que –para el caso salvadoreño– es inviable, hipócrita e innecesaria.
Dicha comisión es inviable actualmente porque, si fuera no vinculante, de nada serviría si la Fiscalía y el Sistema Judicial no actúan; y si fuera vinculante necesitaría una reforma constitucional que requiere el aval de dos legislaturas. Es hipócrita porque, en realidad, quienes la promueven son defensores de la corrupción y promotores de la impunidad (defienden al ex presidente Flores, avalan las negligencias del Fiscal, no exigen la depuración de los jueces corruptos, defienden a empresarios evasores de impuestos, etc.).
Y es innecesaria porque la institucionalidad nacional, a pesar de todas sus falencias, demuestra que funciona y que podría funcionar mejor si el país le apuesta a fortalecerla eligiendo a un Fiscal decente, depurando el Sistema Judicial, mejorando la coordinación interinstitucional, entre otras medidas.
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