Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
Bernardo Belloso, presidente de CRIPDES El Salvador, afirmó que la dinámica de la resistencia y la lucha social, contra las empresas extractivistas, será librada en la calle los próximos meses del presente año.
“Se debe hacer una lucha de difusión, se debe implementar el debate dentro de la población, y de ahí, prohibir los modelos extractivistas y convertirnos en una sola fuerza de la región”, acotó Belloso, en entrevista exclusiva con Diario Co Latino.
¿Cuáles son las valoraciones de este Encuentro Regional y la Consulta Previa, Libre e Informada?
-Sabemos que en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua, la lucha regional frente a estos proyectos neoliberales, como la industria minera transnacional y subcontratada es preocupante, porque violenta las constituciones y por supuesto la soberanía de los pueblos originarios.
En vista de esta situación debe hacerse una lucha de difusión y llevar al debate estos temas. Y no dejemos esta dinámica, de hacer debates, entre los diferentes sectores de cara a prohibir a los modelos extractivistas en la región. Además, están los convenios internacionales como la Convención Internacional 169, de la OIT, que permite a los pueblos indígenas exigir sus derechos, mediante la Consulta Libre, Previa e Informada, sobre proyectos a desarrollar en sus territorios.
¿Cuál es su opinión sobre la derecha en puestos estratégicos de legislación?
-Los resultados de las elecciones del 4 de marzo favorecen con 60 votos a la derecha política, y sí nos preocupa como movimiento social, y tenemos nuestro recelo que intenten derogar la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, en el país.
Sin tomar en cuenta todo el proceso de consulta que nosotros desarrollamos, como CRIPDES, en cinco municipios que estaban expuestos a proyectos mineros, en los cuales se emitieron ordenanzas municipales, y las comunidades tuvieran el poder de decidir autónomamente, qué proyectos de desarrollo quieren y cuáles no, en sus territorios.
¿Cuál es la expectativa de eso?
-Ese escenario nos preocupa, porque diferentes representantes de la empresa privada o los dueños de los monopolios de producción tienen nexos internacionales y se pasan información. Lo estamos constatando con algunas acciones que promocionan dentro de los partidos políticos de derecha.
El partido más conservador, o sea, ARENA, tendrá la mayoría legislativa que le permitirá superar hasta el veto presidencial, para aprobar o derogar cualquier ley. Es un escenario tenso, pero nosotros estamos dispuestos a dar la lucha de calle, porque las consecuencias de una derecha que derogue, rechace o privatice tendrá repercusiones negativas en la población.
¿Cómo se puede convertir la lucha de calle en alternativa frente a un bloque legislativo de derecha con poder?
-Sí, ellos son ahora funcionarios públicos, pero el soberano es el pueblo, y solo el pueblo salva al pueblo. Es por esto que como comunidades vamos a trabajar en diversas direcciones, y tenemos que retomar esa lucha para superar y defender lo que se ha conquistado en estos últimos nueve años, así como los marcos normativos que se han generado y dan protección a la mayoría de la población salvadoreña, que no cuenta con los recursos de una reducida élite económica y política.
¿Cuál sería la visión de una Alianza Centroamericana en la defensa de comunidades y pueblos indígenas?
-¿Qué significa esto? Que será la población la que buscará los mecanismos que abran las puertas y acceder en los debates de los tomadores de decisión y así decidir qué desarrollo social u obras aceptan.
En El Salvador tenemos el Código Municipal, que en sus artículos, 115 al 117, establece mecanismos y procedimientos para realizar una convocatoria y llevarla a una consulta popular y ha funcionado. Sin embargo, debemos seguir trabajando en la formación y educación de las comunidades para que, apropiados de estas ideas, decidan su futuro.
A nivel regional vamos a exigir el cumplimiento de la Convención 169 de la OIT, que es de estricto cumplimiento para los Estados.
Y como organizaciones centroamericanas esperamos seguir sumando a otros movimientos sociales o iniciativas populares, como las islas caribeñas, de República Dominicana y Haití, que están siendo amenazados en su medioambiente, salud y vida, por la minería metálica.
Este movimiento tiene como compromiso generar valores de solidaridad y apoyo, así como compartir experiencias de luchas positivas, frente a los modelos de extractivistas de las transnacionales mineras que están interesadas en seguir saqueando las riquezas del subsuelo de nuestros territorios nacionales.
Y les anunciamos que solo encontrarán lucha y resistencia de los pueblos centroamericanos.
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