Oscar López
@OscarCoLatino
Organizaciones que integran el Movimiento Tacushcalco, exigen a autoridades y funcionarios que no permitan la impunidad en el caso de la destrucción del sitio sagrado Tacushcalco y la contaminación del río Ceniza, ocasionado y agravado por el proyecto urbanístico denominado Acropoli-Sonsonate ejecutado por la inmobiliaria Fénix S.A de C.V.
Salvador Recinos, representante de la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate, organización miembro del Movimiento Tacushcalco, indicó que desde el 2018 se denunciaron las anomalías de dicho proyecto urbanístico, la principal de ellas es que no contó con estudios de impacto ambiental ni con permisos ambientales y culturales.
“Tenemos una situación en la que la ministra de Cultura, Suecy Callejas, como el ministro de Medio Ambiente Fernando López, tienen la oportunidad en sus manos de dar un verdadero giro a la gestión ambiental y cultural en nuestro país”, dijo Recinos.
El Movimiento sugirió que los ministerios antes mencionados en coordinación con la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR), tomen el control del proyecto urbanístico con el objetivo de indagar sobre los impactos al patrimonio cultural que su construcción ocasionó.
De igual forma, recomiendan al ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), que presente una demanda contra la inmobiliaria al menos por dos delitos: construcciones no autorizadas y desobediencia de particulares, los cuales están tipificados en el código penal vigente.
“El proyecto Acropolí Sonsonate, cuenta con tres paros de por parte del ministerio de Cultura, una orden de suspensión de obra por parte del ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y en esa misma línea, cuenta con una orden judicial del Tribunal Ambiental de Santa Ana para detenerlo”, enfatizó Recinos.
Asimismo, el Movimiento denunció el actuar “negligente” de la PNC y de la FGR, debido a que ambas instituciones pudieron actuar de oficio ante los “evidentes delitos cometidos por Fénix y no lo hicieron”. El Movimiento asegura que con la construcción del proyecto urbanístico, se destruyó una parte de los 2 mil 500 años de historia del sitio sagrado y también por se afectó el ecosistema hídricos del río Ceniza.
“El río Ceniza es uno de los más importantes del país, forma parte de la región hidrográfica Sensunapán-Banderas de acuerdo al Plan Nacional de Gestión Integrada del Recurso Hídrico, ha sido catalogada como zona prioritaria 1 para realizar acciones encaminadas a la recuperación y conservación de reservas de agua”, afirmó Recinos.