En una nota, el MAP (por sus siglas en portugués) convoca a mantener el ‘trabajo de concientización nacional sobre los hechos serios que ocurren. Quemar el bosque y los animales, destruir la extraordinaria biodiversidad amazónica resulta inaceptable’.
Por lo anterior, reitera, se exhorta a todas las organizaciones y a partidarios de la causa en el mundo a ‘mostrar un gran repudio a toda práctica destructiva, así como a la política ambiental equivocada del actual Gobierno federal’.
El MAP admite que no conoce ‘todos los intereses involucrados en estos tristes episodios de destrucción y vergüenza nacional. Puede haber muchas motivaciones, pero esta práctica de destrucción ambiental es incalificable y no puede aceptarse’.
La esperanza ahora, remarca, ‘es crear un alto grado de conciencia nacional e internacional, condenando a quienes practican y fomentan estas prácticas, y creando las mejores condiciones posibles para que los actos no vuelvan a suceder’.
Defender el pulmón del planeta es defender la vida, concluye el mensaje del movimiento y recuerda que este jueves es el Día del Amazonas, una jornada de lucha para defender la riqueza nacional, la soberanía brasileña y, especialmente, a la mayor selva tropical del mundo.
Por el mismo tema, los estudiantes brasileños anunciaron que saldrán nuevamente a las calles el sábado para protestar en defensa de la Amazonia y contra los ataques del Gobierno de Jair Bolsonaro a la educación pública, incluida la reducción de fondos para el sector.
Con 980 focos de incendios en la Amazonia comenzó septiembre, según el sistema de monitoreo del Instituto Nacional de Investigación Espacial.
La temporada de fuego en esa región generalmente se extiende a lo largo del clima más seco que ocurre de julio a octubre, pero puede variar de un estado a otro.
Por las quemas se responsabiliza a Bolsonaro, quien enfrenta fuertes críticas por su política a favor de la agroindustria y la minería en los territorios amazónicos, en detrimento de las reservas indígenas y el medio ambiente, y una reacción tardía frente a los incendios.