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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Durante la cuarta simulación regional “Todos y todas nos cuidamos”, la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgo en El Salvador (MPGR) consideró importante fortalecer las capacidades de las organizaciones comunitarias, porque son las primeras en asistir ante un evento determinado, en la tormenta Amanda y Cristóbal no había gobernadores nombrados, por eso se dieron algunas dificultades, pues es difícil que el Sistema Nacional de Protección Civil responda si el evento es en una zona alejada.
Magdalena Cortez -coordinadora del equipo de la MPGR- explicó que el ejercicio regional tuvo como objetivo poner a prueba y validar la capacidad de respuesta, manejo de información, toma de decisiones y mecanismos de coordinación de los integrantes de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR) y sus organizaciones socias, de Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador ante emergencias y desastres, de acuerdo a lo establecido en sus protocolos y procedimientos de actuación.
Añadió que El Salvador y la región centroamericana por sus características podrían ser afectados por múltiples amenazas, ya sea inundaciones, terremotos, deslizamientos o erupción volcánica; en esta simulación las redes de los cuatro países están articuladas tanto con sus equipos políticos como técnicos, para poner a prueba esos protocolos que de alguna manera se aplicaron recientemente el año pasado con la tormenta Amanda y Cristóbal.
Cortez enfatizó que uno de los aspectos a reforzar es la articulación comunitaria, pues las organizaciones son las primeras en asistir ante un evento determinado, eso implica que los protocolos deben tener actualizados sus planes comunitarios, municipales y mapas de gestión de riesgo, para saber cuáles son los puntos a retomar en una emergencia.
“La Mesa tiene cobertura nacional y en esos lugares hay fuerte presencia; sin embargo, todavía hace falta organización comunitaria para atender una situación. En el caso de El Salvador el sistema ha sufrido un descabrajamiento, ya que pasaron varios meses sin gobernador departamental y con el actual gobierno no es clara la función y articulación ante un evento determinado”, afirmó la coordinadora de la MPGR.
Miguel Cerón -parte del equipo técnico de la MPGR- destacó que uno de los elementos importantes en este tipo de ejercicios es el manejo de la información y el elaborar a corto plazo acciones o estrategia de respuesta a las comunidades, la articulación entre las comunidades, el sector municipal, la sociedad civil y el Sistema Nacional de Protección Civil es muy importante porque garantiza que la respuesta sea de manera adecuada e inmediata al momento de un desastre o emergencia.
“Las comunidades son un factor clave para participar en este tipo de ejercicios, porque ellos son los que alimentan con información de diferentes tipos sobre situaciones de infraestructura, líneas vitales, agua, afectaciones a la salud de las personas ante un deslizamiento, inundaciones, sequías y terremotos, tomando en cuenta las características de cada uno de los países de la región”, externó Cerón.
El costo económico de los desastres climáticos e hidrometeorológicos, como sequías, inundaciones, entre otros, registrados en Centroamérica durante los últimos veinte años es de aproximadamente $37.338 millones, lo que equivale a un porcentaje elevado del PIB de la región.
Para la CRGR es de suma importancia la preparación y fortalecimiento de las capacidades de liderazgo en las comunidades, para una acción conjunta a los niveles locales, nacionales y regionales, con ellos poder enfrentar de una manera adecuada y oportuna una situación de emergencia.
La MPGR ha ejecutado seis proyectos de emergencia que han consistido en brindar atención a familias afectadas por fenómenos sísmicos, meteorológicos y debido a la pandemia del COVID-19, esto a partir de la información de afectación en las comunidades, donde tienen trabajo las organizaciones de la red.
