Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La mesa permanente por la gestión de riesgo (MPGR), se pronunció y recordó a las víctimas del terremoto del martes 13 de febrero de 2001, que dejó un saldo trágico de 315 víctimas mortales, para el país.
Con un pronunciamiento público la MPGR, señaló recordó el segundo movimiento telúrico, de 6.6 grados (escala de Richter) que afectó con mayor intensidad a la población de la zona central y paracentral del país.
Esta situación se convirtió en caótica, luego que la población no se levantaba de la tragedia que provocó el primer terremoto del sábado 13 de enero de ese mismo año, dejando al territorio nacional en una situación de alta vulnerabilidad.
Sobre este acontecimiento, la MPGR, señaló la muerte en un alto porcentaje de la población infantil, la que consideran un sector social vulnerable. Por tanto, reiteraron la petición al Estado salvadoreño, para trabajar en un enfoque orientado la prevención desde las comunidades.
Los terremotos de enero y febrero de 2001, se originaron en las placas tectónicas de Cocos y Caribe, siendo el primero por la fractura en la placa de Cocos. Y el segundo en la placa Caribe, este último impactó a los departamentos de Cuscatlán, San Vicente y La Paz, que fueron declarados como áreas de emergencia por las autoridades de gobierno. Además, citaron el documento elaborado por la comisión económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que evaluó el terremoto de ese martes 13 de febrero, en las que destacó, que la mitad de las muertes por ese terremoto fue de 165 casos, que se concentraron en el departamento de Cuscatlán, y los otros 87 fallecidos, fueron reportados en San Vicente.
Otras cifras de la CEPAL, documentaron además, que este sismo generó alrededor de tres mil 300 personas heridas, que se sumaron a los cuatro mil 723, que dejó el terremoto del 13 de enero de 2001. A los que sumaron 92 personas soterradas por los escombros.
La MPGR, como sociedad civil organizada, hizo un llamado a las nuevas autoridades de gobierno y Estado, a reconocer que El Salvador, se encuentra un territorio que presenta múltiples amenazas de origen natural y socio natural. Lo que pone en riesgo la vida de millones de salvadoreños y salvadoreñas, que viven actualmente en condiciones de vulnerabilidad .
Solo el ministerio de medio ambiente y recursos naturales (MARN), reporta al año la cantidad de cuatro mil sismos, lo que refleja una alta actividad de eventos telúricos en el territorio nacional. Que además, ha presentado otros imprevistos, como enjambres sísmicos, el más reciente en la ciudad de Ahuachapán.
La mesa permanente por la gestión de riesgo, reiteró que el Estado salvadoreño, debe a la mayor brevedad posible trabajar en este tema, orientado un enfoque de prevención, para evitar situaciones de precariedad en la población, preparando mejor a las comunidades que son las primeras afectadas, por su vulnerabilidad.