Samuel Amaya
@SamuelaAmaya98
Ante el aumento de los precios de los alimentos, la Mesa por la Soberanía Alimentaria pidió al Gobierno de El Salvador la creación de una reserva nacional de alimentos para favorecer a la agricultura campesina y al consumidor final, ya que en el último año se ha registrado una inflación acumulada arriba del 6.5%, siendo esta la más alta de Centroamérica desde hace 25 años.
El costo de la vida en El Salvador, agrava el hambre, dijo la Mesa. Si bien este problema es mundial y está ligado a la pandemia por la COVID-19, la crisis logística, el alza en los fletes y el petróleo, en el país la situación es agravada por el efecto especulativo del incremento al salario mínimo, las compras de granos básicos a otros países y, sobre todo, por la incapacidad e inoperancia del Gobierno para regular el mercado de alimentos. Carlos Flores sostuvo que a las 22 organizaciones que integran la Mesa por la Soberanía Alimentaria les preocupa el alza indiscriminada que sufre la canasta básica, y más aún con la guerra que actualmente se vive Rusia y Ucrania.
“Frente a esta situación, estamos denunciando que en el país hay un problema adicional, el factor de la especulación en el precio de los alimentos básicos. Frente a esto, proponemos que el Gobierno debe comenzar con la construcción e implementación de una política de regulación de precios de los alimentos de la canasta básica”, comentó Carlos Flores.
El costo de la canasta básica, incluida la educación, salud y vestimenta, ronda los $700 dólares, frente a un salario mínimo de $365, según datos del Centro para la Defensa del Consumidor.
Las organizaciones aglutinadas en la Mesa detallaron que las familias salvadoreñas se han visto en la necesidad de reducir la porción de alimento en el plato o de suprimir tiempos de comida, “afectando principalmente a la niñez y a las mujeres”. Además, comentaron que la población se encuentra “desprotegida” ante la ausencia de medidas gubernamentales efectivas que están marcadas por el descontrol de precios.
Según agregó Flores, hoy por hoy, existe un modelo de mercado que solamente unas cuantas empresas son las “que definen el precio de las harinas para el pan, que definen a cómo compramos los frijoles, el maíz, el arroz, la leche, etc. No puede ser posible que el derecho humano a la alimentación en El Salvador esté definido por empresas”.
En consecuencia, piden que se cree una reserva nacional de alimentos, para “garantizar precios justos para consumidores y productores”, dijo Flores, puesto que entre noviembre del año pasado y enero de 2022, los productores de maíz, arroz, frijoles tuvieron “casi que regalar sus granos” y a partir de mayo, esos granos que los productores vendieron a un precio bajo, “cuestan 10 veces más”, entonces, “ese margen de intermediación que ahora se lo quedan privados es lo que debe establecer el gobierno”, es decir, imponer un número máximo sobre el precio en el que se pueda exportar.
“La reserva debe ser una institución transparente y que priorice la compra a la producción nacional de alimentos”, concluyó la mesa por la Soberanía alimentaria.