Rolando Alvarenga
@DiarioCoLatino
A la edad de 82 años y víctima de un infarto, falleció la noche del viernes anterior en Managua, el pugilista Eduardo Andrés Mojica Rueda, boxística y popularmente conocido como “El Ratón” Mojica o el “Campeón sin Corona”. Para casi, casi todos los aficionados nicaragüenses y miles de latinoamericanos, fue el pugilista más grande de Nicaragua, después del célebre ex tricampeón mundial, Alexis “El Flaco Explosivo” Argüello. En sus últimos años el veterano pinolero de las mil batallas fue afectado por el Mal de Alzheimer, hipertensión y la diábetes.
Inició su carrera profesional de 75 peleas en 1958 y con casi cuarenta años de edad, varios de los últimos combates del cierre de su brillante trayectoria los realizó en la Arena Santa Anita de esta capital contra los mejores que El Salvador tenía en la década de los setentas: Oscar Portillo “El Chico” Aparicio y Rodolfo “El Pato” Fuentes. Frente al “Chico” libró entre 1974 y 1975 dos sangrientas peleas con una victoria para cada uno en diez rounds y ante “El Pato” dos intensos combates entre dos veteranos y maestros del ring. Sus dos enfrentamientos con “El Chico” fueron lo más cercano a la tercera guerra mundial con el ring salpicado con mucha sangre del “Ratón” y el rostro de Aparicio irreconocible por el intenso bombardeo. En San Salvador también se fajó y noqueó al mexicano verdugo de nicaragüenses, Guadalupe Aguilar.
Daba gusto ver sobre el cuadrilátero a aquel pugilista pinolero de las categorías menores ofreciendo sus impresionantes recitales de boxeó. Entraba, salía, golpeaba con frialdad de combinaciones, se defendía bien, dominaba el juego de cuerdas y cuando menos se esperaba, “boom” su gancho de zurda se hundía en el plexo del rival enviándolo a la lona para toda la cuenta, obligando a la ovación del respetable.
Siendo un auténtico e integral maestro de los desplazamientos técnico-tácticos ofensivos y defensivos, más un mortífero gancho de izquierda, combatió contra los mejores ranqueados de los años dorados del box internacional. Entre ellos en el Estadio Nacional de Managua contra el campeón mundial mosca (112 libras) del CMB, Chartchai Chionio, de Tailandia, a quien le ganó por decisión en diez, pero sin el título en juego. Desde entonces y por tan resonante victoria y por sus triunfos sobre varios consagrados, pasó a ser conocido como «El Campeón sin Corona». En 1995 y al ingresarlo al Salón de la Fama, el Consejo Mundial de Boxeo le otorgó el «Cinturón Honorífico» a su trayectoria. Comenzó su carrera en Managua y la fortaleció en Nueva York y México. Fue precisamente en “El Ratón”, que el viernes anterior perdió por nocaut su última pelea ante la muerte, que Alexis Argüello, con el que varios años fueron cuñados, inspiró su carrera que un día lo convirtió en el más grande boxeador nicaragüense de todos los tiempos. Su escuela trascendió y a partir del “Ratón” surgieron y trascendieron las grandes figuras mundialistas del box de Nicaragua, encabezadas por los campeones universales Rosendo “El Bufalo” Alvarez y durante los últimos años, Román “El Chocolatito” González, entre los principales. ¡Descansa en paz, el box pesa menos!
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