Elder Gómez
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La veterana periodista salvadoreña, try Ana Leonor Cabrera Rivas, conocida por todos por su afectuoso sobrenombre de “Any”, murió el lunes en la Ciudad de México, de un paro cardíaco, ha informado la agencia de noticias The Associated Press (AP), de donde era Editora del servicio en español para Latinoamérica, España y Estados Unidos.
Any Cabrera tenía 60 años de edad, 33 de los cuales los dedicó a cubrir grandes eventos históricos de América Latina con la AP, incluida la guerra civil de El Salvador, desde prácticamente sus inicios, en 1980, hasta la firma de los Acuerdos de Paz de 1992.
Marcos Alemán, ex compañero de trabajo de Cabrera en la AP El Salvador, recordó que cuando de México le ofrecieron a Any Cabrera cubrir la firma de los compromisos pacificadores de este convulsionado país centroamericano en Chapultepeq, México, “ella prefirió quedarse aquí”.
“Quiero terminar esto (el fin de la guerra interna salvadoreña)”, le espetó a Alemán la periodista, y “se quedó a ver a que entrara la guerrilla al centro de San Salvador… yo me fui a Chapultepeq”.
Alemán reveló que Cabrera había cubierto periodísticamente “casi todos los diálogos (de paz)” entre el ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno, que comenzaron en 1984 en la ciudad de La Palma, en el norteño departamento de Chalatenango.
Cabrera inició oficialmente su trabajo en la AP El Salvador a medio tiempo en 1983, cuando el ahora desaparecido Jefe Regional de la empresa noticiosa estadounidense, Eloy Aguilar, la llamó para incorporarse a la empresa, recordó Luis “La Muñeca” Romero, uno de sus ex compañeros de labores. “Era buena onda, con las pilas puestas, muy profesional, hizo escuela en la Universidad Nacional”, recordó el reconocido fotoperiodista en entrevista con Diario Co Latino.
“La Muñeca” recordó que Any Cabrera le enseñó “un vergo (mucho)” a varios periodistas estadounidenses que comenzaron a arribar a El Salvador para cubrir el conflicto armado, que dejó más de 75 mil muertos en 12 años. “Íbamos a las marchas, cubrimos el deslave de la Montebello (San Salvador, en 1982) y nos echamos un trago de tequila por el frío y los cadáveres”, dijo “La Muñeca” al recordar una de las aventuras periodísticas que vivió junto a Cabrera en El Salvador.
Como el resto de las agencias extranjeras que llegaron a El Salvador a principios de los 80 para cubrir la guerra civil salvadoreña, la AP tenía su sede en la segunda planta del ex hotel Camino Real de San Salvador (hoy Intercontinental), en la habitación 201, desde donde las empresas mediáticas monitoreaban el territorio nacional.
Nelson López, actual jefe de Redacción de Diario Co Latino, y quien también trabajó en los albores del conflicto armado salvadoreño con Cabrera, recuerda a la periodista como una mujer “amable, amistosa”.
“La respetábamos, pese a que era muy joven”, dijo López, quien ingresó a trabajar a la AP a principios de los 80 como fotógrafo, apadrinado por “La Muñeca”.
“Alberto Barrera, Marcos Alemán, Luis ´La Muñeca´ Romero y yo, siempre le tuvimos un gran aprecio, hasta que se fue de corresponsal a Brasil”, remembró López.
Cabrera, graduada como periodista de una universidad brasileña, fue enviada por la AP como corresponsal al gigante latinoamericano, Brasil, tras concluir el conflicto armado salvadoreño.
Any “era una de las mejores periodistas que ha tenido el país”, afirmó Alemán de la comunicadora, quien recordó que a la habitación 201 del ex Hotel Camino Real, periodistas extranjeros “preguntaban qué estaba pasando (en El Salvador), y ella les daba la información”.
Alemán remembró que en la oficina de la AP se armaban algarabías entre periodistas, que Cabrera soportaba de manera paciente mientras escribía notas informativas, hasta que “cuando ya no soportaba, gritaba se van a la mierda cabrones”.
En 2000, la AP transfirió de Brasil a México a Cabrera, donde comenzó como Editora de la Mesa Latinoamericana de noticias, y en 2011 fue nombrada editora de noticias para agilizar el hilo (mensajería noticiosa) en español y mejorar la comunicación entre los servicios en español e inglés.
Cabrera, a quien le sobrevive su hermano Alejandro Cabrera, era muy reservada con su vida privada, aunque expresó felicidad por el matrimonio de su única hija, Carol Beatriz Innis, quien reside en El Salvador. Una de sus mejores amigas, era la mexicana, Ivette Báez, quien fue corresponsal de la Agencia Mexicana de Noticias (Notimex) en El Salvador, con quien entablaba largas tertulias privadas y con quien mantuvo una intensa comunicación cuando Cabrera llegó a vivir a México.
“Tenía una gran sensibilidad para tratar a sus compañeros”, apuntó Alemán.
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