Por Elder Gómez
Colaborador
San Salvador/10 enero. Uno de los militares salvadoreños que habría participado en la planificación del asesinato de seis sacerdotes jesuitas en 1989, el coronel, Francisco Helena Fuentes, ha fallecido la madrugada del lunes, han informado fuentes allegadas al oficial.
El militar murió en el Hospital Militar de San Salvador, por complicaciones de salud, tras sufrir, meses atrás, un derrame cerebral, detallaron las fuentes.
Helena Fuentes es uno de los seis oficiales del ex Alto Mando Militar que había sido requerido por la justicia salvadoreña por el múltiple crimen de los religiosos y dos de sus empleadas, el 16 de noviembre de 1989.
A Helena Fuentes la Fiscalía General lo había acusado de ser uno de los autores intelectuales del asesinato de los religiosos, junto al ex presidente, Alfredo Cristiani, quien, además de ser el presidente de El Salvador, era Comandante General de la Fuerza Armada.
Según el informe de la Comisión de la Verdad, de Naciones Unidas, realizado tras el fin de la guerra civil salvadoreña, en 1992, Helena Fuentes y otros miembros del Alto Mando Militar de esa época, planificaron el asesinato de los seis jesuitas, una noche antes de perpetrarlo.
El crimen, tipificado como de «lesa humanidad», se llevó a cabo en el marco de una ofensiva militar guerrillera, en la residencia de los sacerdotes, en la sede de la Universidad Centroamericana (UCA), en el sur de la capital salvadoreña.
El rector de la UCA, Ignacio Ellacuría, y los sacerdotes, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Juan Ramón Moreno y Amado López, todos españoles, y el cura salvadoreño, Joaquín López, fueron acribillados la madrugada del 16 de noviembre por un comando militar.
Además, en el acto fueron asesinadas Elba y Celina Ramos, madre e hija, respectivamente, empleadas de los religiosos.
Por la matanza fueron condenados en 1991 a 30 años de prisión, el director de la Escuela Militar, Guillermo Benavides, y el Teniente, Yusshy René Mendoza, pero fueron absueltos por una Ley de Amnistía, decretada por el congreso, en 1993.
Otro de los implicados en el caso, el coronel, Orlando Montano, entonces Vice Ministro de Seguridad Pública, fue condenado en 2018 en España, a más de 133 años de cárcel por el asesinato de los curas españoles.
Tras una serie de subterfugios jurídicos para impedir el juicio de los autores intelectuales de la matanza de los religiosos, el 5 de enero de 2022, la Fiscalía General pidió reabrir el proceso.
Además de Helena Fuentes y Cristiani, el Ministerio Público tiene previsto procesar por el asesinato de los jesuitas, a los coroneles, Juan Orlando Zepeda, Rafael Humberto Larios y Juan Rafael Bustillo.
Otro de los acusados, el coronel, René Emilio Ponce, murió en 2011.
Todos los acusados forman parte de la Promoción 46 de oficiales, conocida como la «Tandona del 66», por ser el año en que se graduaron.