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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Utilizamos la agroecología para una alimentación saludable”, manifestó, Blanca Noemí Meléndez, madre y cabeza de familia, que reside en el caserío La Playa, cantón Metalío, municipio de Acajutla, departamento de Sonsonate, al compartir su experiencia de alternativas de sustentabilidad desde sus territorios.
Blanca Noemí Méléndez, quien es Integrante de la organización comunitaria, Asociación Protectora de Flora y Fauna Cantón Metalío (ASPROFEMA), junto a otro grupo de mujeres de los territorios de Occidente, compartó experiencias y saberes en el “Foro de Expresiones Ambientales Construyendo Alternativas desde los Territorios para la Sustentabilidad”, con el apoyo y capacitación de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
Y es este grupo de mujeres comunitarias que a diario le apuestan desde un esfuerzo colectivo enfrentar la vulnerabilidad por las crisis del agua, el uso excesivo de agroquímicos que impactan sus medios de vida.
“Mi experiencia como mujer productora ha sido grande, desde que comenzamos con la UNES, hemos empezado a ver el crecimiento del trabajo que nosotras hacemos con respeto a la naturaleza. Con la experiencia hemos aprendido mucho y sabemos valorar nuestra vida y nuestra naturaleza”, señaló.
“Comenzamos sembrando hortalizas y ahora tenemos tomates, chile verde dulce, chile jalapeño, ayotes en fin, y hemos aprendido a cultivar loroco, frijoles de rienda. Todo ha sido bien práctico y fabuloso, es una experiencia que no habíamos tenido pero ahora con el conocimiento y el apoyo tenemos sabemos más, porque las capacitaciones dela UNES nos han preparado y vamos sacando adelante a nuestras familias”, subrayó Meléndez.
El desequilibrio de los elementos básicos del medio ambiente se ha vuelto más evidente en la última década, por la deforestación indiscriminada de bosques salados y dulces. Así como la extensión de monocultivos de caña de azúcar, que impacta por la sobre explotación de agua y altos niveles de contaminación por madurantes (Glifosato) y pesticidas, que termina afectando a los pequeños productores de granos básicos y legumbres.
“Nosotras utilizamos la agroecología para una alimentación sana y saludable, libre de tóxicos. Estamos favoreciendo la salud de la familia y las personas que compran nuestros productos y eso lo garantizamos”, acotó.
“Y con esto también realizamos otras acciones en conjunto como las actividades de los desazolves (canales de manglares para que ingrese agua dulce), la reforestación y los cultivos de hortalizas de manera orgánica, que nos ha permitido otra perspectiva y medio de vida para nosotras y nuestras familias”, explicó Meléndez.
Igualmente, compartió que los abonos, repelentes aplicados a sus cultivos parten de componentes orgánicos para las plagas utilizando leche, jabón en polvo y chile. Y para procesar los abonos lo realizan con la preparación de estiércol, varas de bambú y otros componentes, que les permite no utilizar ningún químico.
“Con el fenómeno de El Niño estamos preparándonos, reservando agua en un sistema de reservorios donde las vamos a procesar porque nos han enseñado como hacerlo y luego utilizarla y reutilzarla en cultivos”, reiteró.
Mientras, el presidente de la UNES, Mauricio Sermeño, consideró que este intercambio de conocimientos se convertía en un “modelo extraordinario” que debería ser retomado a nivel nacional porque confirmaba que otro estilo de vida era posible en el país.
“No es simplemente la palabra, aquí tenemos en concreto los frutos de la acción y toda esta experiencia de las mujeres y como se han empoderado, porque siempre han sido el centro de la familia y la sociedad, pero nunca las han dejado empoderarse de eso y con estas acciones se les está permiendo”, indicó.
“Es un modelo que quisiera que un gobierno lo asumiera y ojalá que esto que estamos conociendo llegue a conocimiento de funcionarios gubernamentales y cooperación internacional, porque es bonito ver a las mujeres como producen y respetando la naturaleza, es maravilloso como sacan a relucir sus habilidades”, refirió Sermeño.
En cuanto a la marginación histórica de las mujeres en la agricultura, Sermeño, agregó que el “machismo” las discriminó señalando que las mujeres no tenían los conocimientos sobre la siembra, cuido y cosecha de los cultivos, pero que la lección ha sido “ellas pueden y con métodos alternativos”, dejando de lado, prácticas de la agricultura tradicional con agroquímicos.
“Como UNES nos sentimos orgullosos de hacer este tipo de trabajo porque esto cambia la sociedad, así deben hacerse las cosas. Porque si seguimos produciendo teniendo solamente el factor económico y la rendición al máximo y con semillas transgénicas estaremos cometiendo muchos errores”, expresó Sermeño.
El “Foro de Expresiones Ambientales Construyendo Alternativas desde los Territorios para la Sustentabilidad” hizo un llamado también al Estado salvadoreño, con peticiones puntuales a la Asamblea Legislativa, que aún deben la aprobación de normativas jurídicas sobre Cambio Climático, Prohibición de Agrotóxicos, Basura Cero, Protección Civil y de Medio Ambiente , entre otras.
Y al Ejecutivo realizar un seguimiento y monitoreo adecuado, y cumplimiento de las leyes ambientales a nivel nacional como: forestal, riego y avenamiento y áreas naturales protegidas. Y los gobiernos locales los invitaron a trabajar coordinadamente con las organizaciones comunitarias y ambientalistas.
