Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El riguroso color negro, pancartas con históricas demandas y mensajes claros y directos de un “Alto a la Violencia contra las Mujeres”, presentó la marcha de las organizaciones y liderazgos que integra la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares y el Foro Nacional de Salud.
“Denunciamos la crisis de la violencia social que padecen las mujeres, con el actual régimen de excepción, son las mujeres que tienen que sostener el hogar y buscar medios para sacar al marido, el hijo, el papá, el hermano que ha sido capturado, son ellas las que pagan los costos de estas políticas de terror del Estado”, dijo Morena Murillo, coordinadora de Foro Nacional de Salud (FNS).
La marcha que partió de la Plaza las Américas, conocida por Salvador del Mundo, se realizó en el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, fecha que conmemora el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron asesinadas por el dictador Rafael Trujillo, en 1960.
Retomado posteriormente por el Sistema de Naciones Unidas (ONU), que invita a sus Estados miembro a cumplir los marcos jurídicos de protección y generar políticas públicas que permitan la “igualdad de género” para las mujeres en el mundo.
En la marcha a Casa Presidencial, para entregar una carta al presidente Nayib Bukele, la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares y el Foro Nacional de Salud demandaron: políticas públicas que garanticen seguridad social y ciudadana para todas las mujeres y en especial las indígenas; información objetiva sobre los hechos de violencia contra las mujeres.
Así como, garantizar espacios y narrativas libres de toda violencia y discriminación empezando por un cambio en el “discurso de odio” de funcionarios de gobierno. Además, dempandan presupuestos consistentes para reducir las brechas de género y garantizar los derechos y acceso de los servicios básicos a las mujeres.
“Si hablamos de las mujeres desaparecidas de este año, hemos visto como el gobierno no le da la importancia que merece para su investigación o niega que exista esta situación de violenta la vida de mujeres salvadoreñas en total impunidad”, sostuvo.
“El país cerró en el año 2021 con 132 feminicidios y 707 desaparecidas, la mayoría mujeres jóvenes. Y este 2022 se registran cifras de 48 feminicidios, retomando el Observatorio de ORMUSA, pero existe un creciente aumento de desaparecidas y eso es grave”, manifestó Murillo.
En cuanto a la violencia estructural, señalaron que se encuentra fortalecida por un “Estado patriarcal, machista y extractivista” , que es un flagelo que constantemente afecta de forma directa a las mujeres convirtiéndolas en una población marginal de ciudadanas que terminan siendo consideradas de “segunda categoría”.
“Nos preocupa esa violación a los derechos sociales, porque muchos de los programas han sido minimizados y las instituciones garantes de nuestros derechos como ISDEMU, han dejado de cumplir con su papel o realizar estas acciones de protección”, afirmó.
“¿Qué ha ocurrido en estos últimos tres años con estos programas?, bueno, los han debilitado reduciendo sus presupuestos a sus programas y estas instituciones garantes de derechos de las mujeres va decayendo y no cumplen su misión, es un retroceso en materia social, cultural y económica”, sostuvo Murillo.
Otra de las preocupaciones, agregó Murillo, se encuentra el Sistema Nacional de Salud, que por ahora se encuentra disminuido, lo que limita el acceso a los servicios de atención médica de las mujeres. Así como, la falta de medicamentos y de especialidad en las farmacias del sistema.
“En el Sistema de Salud, quienes más llegan son las mujeres porque se les asigna la tarea del cuidado de la familia, y son ellas las que llevan a sus enfermos al sistema de salud. Y si ellas son quienes solicitan asistencia como su derecho a la planificación familiar se encuentra que está desabastecido”, acotó.
“Hay menos pruebas de tamizaje y seguimiento de casos cáncer cérvico uterino, y es evidente la falta de una política de salud sexual y reproductiva que ha generado un incremento de embarazo en niñas y adolescentes (10 a 14 años) o el desbastecimiento de medicamentos especialmente para enfermedades crónicas”, reafirmó Murillo.
Asimismo, el aumento de la “mortalidad materna”, que supera los porcentajes de años anteriores (6,05% por 100 mil nacidos vivos), que fue un logro de los gobiernos anteriores llevando la salud a las comunidades (ECOS), pero en los últimos tres años, indicó Murillo, se ha revertido y existe un incremento en las muertes maternas (18.3 por 100 nacidos vivos), que consideran es un retroceso al derecho a la salud de la mujer salvadoreña.
“Queremos políticas públicas que garanticen la seguridad de las mujeres, principalmente las mujeres diversas y con menores recursos económicos que son las más afectadas y todo eso puede lograrse al contar con estadísticas y censos que garanticen una toma de decisiones acertadas como la eliminación de la violencia contra las mujeres”, añadió.
“Por ahora, sabemos que la DIGESTYC , que era una instancia que garantizaba esos datos y estadísticas terminó siendo diluida, y nos preocupa por ser un retroceso grave para este tipo de información que debe ser transparente y pública”, puntualizó Murillo.
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