París/AFP
Un colectivo de mujeres, entre ellas la actriz francesa Catherine Deneuve, publicó una tribuna en Francia para «defender» la «libertad de importunar» de los hombres y oponerse a la «campaña de delaciones» surgida tras el escándalo Weinstein.
«La violación es un crimen. Pero cortejar de forma insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista», escriben en el diario Le Monde un centenar de intérpretes, escritoras, investigadoras y periodistas.
Y rechazan el «puritanismo», que según ellas se instaló tras las acusaciones de acoso y agresión sexual contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.
Consideran «legítima» la «toma de conciencia sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres, sobre todo en el ámbito profesional». Pero, afirman, «esta liberación de la palabra se transforma hoy en lo contrario: nos conminan a hablar como es debido, a hacer callar lo que enoja y quienes se niegan a plegarse ante semejantes directrices son vistas como traidoras, ¡cómplices!».
«Campaña de delaciones», «justicia expeditiva»… Ha habido hombres que han sido «sancionados en el ejercicio de su profesión, obligados a dimitir, cuando su único error fue haber tocado una rodilla, tratado de obtener un beso, hablar de cosas ‘íntimas’ durante una cena profesional, o haber enviado mensajes de connotación sexual a una mujer que no sentía una atracción recíproca», aseguran, hablando de una «ola purificadora».
A raíz del escándalo Weinstein nació en Francia el movimiento #Balancetonporc («Delata a tu cerdo», equivalente del inglés #MeToo) que incitó a miles de mujeres a denunciar abusos.
Los ‘cerdos’ al matadero
Sin embargo para este colectivo, «esta fiebre de enviar a los ‘cerdos’ al matadero, lejos de ayudar a las mujeres a ser autónomas, sirve en realidad a los intereses de los enemigos de la libertad sexual, a los extremistas religiosos, a los peores reaccionarios y a quienes estiman (…) que las mujeres son seres aparte, niños con una cara adulta, que reclaman ser protegidas».
«En tanto que mujeres, no nos reconocemos en este feminismo, que, más allá de denunciar los abusos de poder, encarna un odio a los hombres y a la sexualidad», agregan.
El colectivo asegura defender «una libertad de importunar, indispensable a la libertad sexual».
En marzo pasado, Deneuve, de 74 años, levantó una polémica al defender en televisión a Roman Polanski, acusado de haber violado a una menor hace más de 40 años en Estados Unidos, al asegurar que el cineasta seguramente no sabía que la joven tenía 13 años.
«Siempre le han gustado las chicas jóvenes. Siempre he pensado que la palabra violación era excesiva», dijo Deneuve en referencia a Polanski.
La tribuna, firmada por un centenar de mujeres, suscitó una reacción inmediata.
En un tuit, la exministra francesa de Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, lamentó «esta extraña congoja de dejar de existir sin la mirada y el deseo de los hombres. Y que conduce a mujeres inteligentes a escribir enormes tonterías».
«Es una pena que nuestra gran Catherine Deneuve se sume a este texto desolador», tuiteó la exministra del Medio Ambiente, Segolène Royal.
Este texto es «una tribuna para defender el derecho de agredir sexualmente a las mujeres (y para insultar a las feministas)», denunció la feminista Caroline de Hass, mientras que la asociación ‘Osez le feminisme’ recordaba que «una mujer de cada seis será agredida o violada durante su vida».