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Gloria Silvia Orellana
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Doris de Pocasangre, lideresa comunitaria del municipio de Izalco, Sonsonate, denunció que los pocos bosques de su comunidad están siendo talados para dar paso al monocultivo de la caña de azúcar, que es una agresión grave al medio ambiente.
“Estamos viviendo una situación muy difícil porque si bien talan los bosques, ahora, enfrentamos otro más grave, y es que la compañía Central de Izalco ha solicitado a la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), el permiso para explotar más de un millón 400 mil metros cúbicos por año de agua”, expresó.
Es grave porque por esa cantidad de agua podrían tener agua para el consumo y uso 8 mil familias de nuestras comunidades. Y esta agua se ha solicitado actualmente por la nueva ley del agua (Ley General de Recursos Hídricos), acotó de Pocasangre.
La explotación desmedida del recurso hídrico, el riego de agrotóxicos y las quemas sin control de campos sembrados de caña de azúcar fue denunciado por lideresas que integran a la “Campaña Azúcar Amarga. La Campaña Azúcar Amarga exigió al Gobierno, en el marco del Día Internacional de la Mujer, trabajar de manera coordinada para erradicar la violencia ambiental y garantizarles sus derechos a la salud y la vida.
Norma Carolina Mejía, vocera de la Campaña Azúcar Amarga, señaló , que en el marco del Día Internacional de la Mujer la realidad de las mujeres de comunidades rurales es díficil por múltiples factores sociales y económicos, que aunado a los impactos negativos de las prácticas abusivas de la industria cañera se encuentran despojados de un ambiente sano.
“En El Salvador, aproximadamente existen 114 mil manzanas que están dedicadas al cultivo de la caña de azúcar y estas se encuentran a poca distancia de nuestros hogares, fuentes de agua y área de cultivo de alimentos, lo que nos genera consecuencias perjudiciales”, afirmó.
“Condenamos enérgicamente el uso indiscriminado de agrotóxicos, porque ingresan anualmente a El Salvador 4 mil 729 toneladas de plaguicidas, 80 mil 230 toneladas de fertilizantes y mil 498 toneladas de biocidas, que no sólo degradan la biodiversidad, sino también contaminan las aguas, erosionan los suelos y afectan gravemente los cultivos básicos”, concretó Mejía.
Actualmente, en el país existen seis ingenios que se encuentran distribuidos de la siguiente forma: en la región central, El Ángel y El Jiboa; en la zona Occidental, La Magdalena y la Central de Izalco; en el área Paracentral, La Cabaña, y en el territorio de Oriente, el Ingenio Chaparrastique. La exportación de azúcar crecio 25.7 millones de dólares de la zafra 2023-2024, que según estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR) existe un incremento del 94% en el comercio del azúcar.
Las transnacionales que vienen más que todo para participar en la parte económica, ellos se llevan toda la riqueza y quienes nos quedamos con las enfermedades, pues somos nosotros en las comunidades, señaló Sonia Gutierrez, activista y lideresa de Campaña Azúcar Amarga.
“Vivo en donde la cruda y triste realidad de las conunidades que están a varios metros del monocutlivo de la caña de azúcar que nos contamina. Y pese a que tenemos varios años de venir denunciando lo que pasa en nuestro territorio no hay respuesta gubernamental”, acotó.
La Central de Izalco es considerado el ingenio de caña de azúcar más grande del país, propiedad de la Compañía Azucarera Salvadoreña, S.A de C.V. Se considera que aporta el 25% de toda la producción azucarera del país, por lo que Sonia Gutiérrez, lo considera el mayor depredador del medio ambiente en Izalco.
“En estos momentos estamos viviendo en la quema de cañales, y si vieran como el tile (pedazos de hojas quemados), el humo y el polvo se viene a nuestros hogares y nos producenb enfermedades a los niños, a los adultos mayores y todos los que vivimos cerca”, dunució Gutiérrez.
“Tenemos también otro grave problema que es la profundización de los niveles de aguas en los mantos acuíferos por los cañales. Y, si sumamos la parte de la contaminación que hacen con los agroquímicos que son altamente tóxicos es imposible vivir esta situación”, alegó Gutiérrez.
Como lideresas que integran la Campaña Azúcar Amargo, Gutiérrez, reiteró que permanecerán en la lucha de defender los derechos ambientales, los derechos de la comunidad y sus derechos como mujeres rurales, porque consideró se encuentran en una dinámica de vulneración permanente.
La Campaña Azúcar Amarga también ha pedido ante la Asamblea Legislativa, hace un año, un decreto para prohibir de manera “permanente” la quema de caña de azúcar, alegando que para 2022, el legislativo sólo prohibió esta medida en condiciones de fuertes vientos.
“Denunciamos todo lo que está pasando en el territorio con la quema de cañales, que se dan a cualquier hora del día, pueden ser las 9 de la noche, 6 de la tarde o la una de mañana, no hay horas para quemar cañales es algo descontrolado”, manifestó.
“Y el Ministerio (MARN) no verifica el proceso que le dan a la caña de azúcar, y eso viene a perjudicarnos cada vez más y cada día. Nosotras, como lideresas denunciamos esta criminalización en nuestros territorios, porque estamos a un metro de ese monocultivo.
Y cuando queman los cañales tenemos que salir de nuestros hogares por el humo y temor”, acotó Gutiérrez.
Ana Dolores Rosales, lideresa comunitaria, de San Luis Talpa, La Paz, lamentó que todos los años de lucha social por salvar el territorio en donde residen no haya tenido un apoyo o respuesta de parte del Gobierno.
“No es que estemos en contra del cultivo, sino de las malas prácticas que se hacen en los cañales, porque ya es claro que por el cultivo de caña no tenemos tierra para sembrar nuestros granos básicos como maíz, frijol y maicillo, porque son extensiones de pura caña de azúcar”, dijo.
“Nosotras lamentablemente hemos reportado infinidad de casos de Insuficiencia Renal Crónica (IRC), , para nadie es nuevo que San Luis Talpa, La Paz, reporten infinidad de casos de esta enfermedad. Uno llegaba al consultorio por otra condición y de inmediato le decían esto es insuficiencia renal-, solo con decir que éramos de San Luis Talpa, eso es terrible”, indicó Rosales.
La Campaña Azúcar Amarga demandó del actual gobierno impedir que el cultivo de la caña de azúcar se siga expandiendo en el territorio nacional, que termina con las tierras disponibles de cultivos de alimentos y granos básicos. Y el cese permanente de las quemas de cañales que se extiende entre los meses de noviembre a abril, que está causando enfermedades respiratorias, de la piel con alergias y la Insuficiencia Renal Crónica.
