Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Las mujeres rurales, indígenas y campesinas de la Mesa por la Sustentabilidad de los Territorios de Sonsonate (MESUTSO), exigieron al gobierno que haga una inversión social con enfoque especial para este sector de la población en las áreas de salud, educación, agricultura y ambiente, que permitan generar condiciones de equidad.
La lideresa del caserío Kilo 5, Acajutla, Sonsonate y miembro de la MESUTSO, Maura Castro, dijo que como parte del 12 de octubre “Día de las Resistencias Indígenas” y el 15 de octubre “Día Internacional de las mujeres Rurales, Indígenas y Campesinas”, demandan a los juzgados ambientales y Cámara de Segunda Instancia de San Salvador, actuar conforme a Derecho y proteger con todos sus instrumentos los bienes naturales, el derecho de los pueblos indígenas y su patrimonio material e inmaterial.
“Demandamos a la sociedad reconocer el aporte económico, social y cultural que las mujeres campesinas, rurales e indígenas hacemos, asumiendo un rol equitativo en las labores del cuidado de niños, niñas y personas adultas mayores, a fin de equilibrar el uso del tiempo que nosotras invertimos, poder construir una sociedad más justa y acercarnos como país a prácticas que cierren la tan marcada brecha de género”, enfatizó.
Asimismo, pidió a la Asamblea Legislativa que inicie la discusión para la elaboración de una ley de pueblos indígenas, que no reforme la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, en detrimento de los derechos conquistados.
Sostuvo que nacidas en la cuna civilizatoria de El Salvador, obligadas a callarse, arrancadas de su cultura a punta de fuego y violencia durante los hechos de 1932, hoy alzan la voz para reconocer el valor de las “ancestras” y denunciar el olvido mezquino en el que se mantienen.
“Una vez más el Estado patriarcal, extractivista y opresor nos obliga a asumir los costos de sus políticas públicas equivocadas, que nuevamente anulan nuestra participación en la toma de decisiones sobre nuestros cuerpos y los territorios en los que habitamos”, externó.
A criterio de Castro, pese a que Sonsonate es uno de los departamentos más violentos para las mujeres, no se crean condiciones de seguridad adecuadas para este sector de la población, el año 2021 cerró con cifras oficiales de 11 feminicidios en dicho departamento.
Entre enero y julio de 2021 la inscripción materna en el sistema de salud de niñas entre 11 y 17 años en Sonsonate fue de 429, siendo este el segundo departamento con mayor número de maternidades impuestas.
La pobreza en el departamento de Sonsonate en mujeres es de 41.9%, mismo número que representa a las mujeres sin ingresos propios.
A la vez, manifestó que a casi 500 años de la invasión cuando Alvarado llega a suelos salvadoreños, los nuevos colonialismos siguen saqueando lo que queda de estos territorios, para enriquecer a unos pocos a costa de la desigualdad e infelicidad de muchos.
Señaló que un ejemplo de ello es la industria de la construcción, la cual produce graves daños en el departamento, un caso emblemático de este problema es la destrucción del sitio sagrado Tacushcalco y la desprotección por parte del Estado a los bienes culturales.
“Nos rehusamos a que nuestra cultura se utilice como atractivo turístico y exigimos que más bien, se nos garanticen y respeten los derechos, que se detenga la explotación y extracción de los bienes naturales en nuestros territorios en los que seguimos viviendo condiciones de desigualdad, hambre, sed, amenazas constantes a nuestra seguridad y violaciones a derechos humanos”, externó la representante de la MESUTSO.
Nohemí Dueñas, técnica territorial de la UNES, explicó que también se hizo la premiación del concurso fotográfico “Las mujeres, protectoras del agua y defensoras de derechos ambientales y culturales”, el cual inició desde agosto, se recibieron cerca de 75 fotografías mostrando las laborales de defensa y lucha de las mujeres.
“Hacemos este concurso para visibilizar esas caras que muchas veces son borradas de esa lucha constante que se hace por el medio ambiente, priorizamos aquellas fotografías que se entendiera el mensaje con solo verla”, comentó.
Según Dueñas, se debe tomar en cuenta la experiencia de las mujeres no para recalcar esa tarea de cuido que tienen, sino para reconocer que son a ellas a quienes les toca la recolección del agua y la protección del medio ambiente.
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