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Mujeres de grupos de ahorro de la comunidad Asuchío, municipio de Zaragoza, La Libertad. Foto Diario Co Latino/ Cortesía Karla Rodas.

Mujeres rurales empoderadas a través del ahorro y capacidades productivas

Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino

Maribel, Verónica y María son modelos del empoderamiento de la mujer rural organizada, que trasciende el significado de trabajo en grupo, a través de un proyecto de “grupos de ahorro”, que se ha convertido en una fuente de ideas, experiencias y conocimientos de estas mujeres rurales del departamento de La Libertad.

La estrategia de los Grupos de Ahorro, inició el año 2012, para promover la organización de mujeres a través del ahorro y el fortalecimiento de sus capacidades productivas.

Y desde 2018 cuentan con fondos del Gobierno de Bélgica, para desarrollar este programa, el que ejecuta OXFAM y FECORACEN, explicó Adalberto Blanco de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central.

Actualmente, hay 104 grupos vinculados a FECORACEN, CORDES y CRIPDES, que aglutinan a 1,732 personas con un 78% mujeres rurales productoras que tienen la capacidad de ahorro anual de 200 mil dólares en promedio, y operan en 11 municipios de La Libertad y 2 municipios de San Salvador.

“A estos grupos de ahorro no se les da dinero, el proyecto solo incluye el apoyo metodológico, materiales y luego, cada grupo es totalmente autónomo de su trabajo. En 2019 los grupos ahorraron alrededor de 200 mil dólares, y el año pasado, pese a la pandemia reportaron 185 mil dólares de ahorro, es una herramienta organizativa poderosa”, dijo Blanco.

Maribel Justina Moya es lideresa nata, pertenece a la comunidad Asuchio, cantón San Sebastián, municipio de Zaragoza, La Libertad, y es consejera en materia de “grupos de ahorro”, trabaja en ello desde hace siete años, pertenece a “Las Mujeres Emprendedoras”, quien oculta las dificultades y triunfos en este proceso de empoderamiento de las mujeres.

“Como Mujeres Emprendedoras, la parte que trabajamos primero fue como nos íbamos a organizar en estos grupos de ahorro, esto fue bien importante, porque hablamos de las necesidades de las mujeres, los problemas de ellas, la organización y la incidencia en la comunidad”.

Verónica del Pilar Miranda del grupo de ahorro “Mujeres con Propósitos”, municipio de Zaragoza, La Libertad. Foto Diario Co Latino/ Cortesía Karla Rodas.

“Y cuando hablamos de los problemas de las mujeres surgieron muchísimas cosas, pero también vimos que una forma de resolver los problemas era integrándonos en un grupo de ahorro. Era una metodología nueva para nosotras como mujeres, porque nunca habíamos conocido en que consistía un grupo de ahorro”, relató Moya.

Al grupo de Mujeres Emprendedoras, le siguió Mujeres en Acción, y Mujeres con Propósitos, y hubo un grupo de jóvenes que adoptaron el método de ahorro, este último se desintegró por diversas razones, pero los grupos fundados permanecen en el tiempo.

“La última fase del proyecto fue la más difícil, primero porque las mujeres no conocían muy bien la metodología, otras porque dudaban y creían que no iba a funcionar o creían que se iban a robar el dinero, porque esas han sido las experiencias que han pasado en otras comunidades, pero aquí, no ”, dijo Moya.

“El primer año ahorramos 1,500 dólares y no ahorramos mucho por la desconfianza que aún tenían algunas, pero el segundo año llegamos a un ahorro de 3 mil dólares. Crecimos y con la confianza en nosotras mismas y al Comité de Dirección que teníamos, y en la misma comunidad, este grupo creció”, agregó Moya.

El proceso del ahorro de las mujeres inicia cuando aporta su dinero, que puede ser una cuota ya estipulada con un techo y un mínimo en la cantidad, este fondo es administrado por el “Comité de Dirección”, un grupo de mujeres con los cargos de: presidenta, secretaria, tesorera y una cuarta persona que tiene la llave de la caja de seguridad del dinero.

“La tesorera tiene la caja de los fondos pero la llave la tiene otra persona y es la encargada de abrir la caja frente a todas. Porque esa caja solo se abre el día de la reunión. La tesorera solo transporta la caja cerrada con llave, y ella no la puede abrir, ni pueden ir a su casa para abrirla, la caja solo puede ser abierta en reunión y todas saben de los préstamos, las cantidades y los ahorros”, explicó Moya.

Mujeres de grupos de ahorro de Mizata, La Libertad. Foto Diario Co Latino/ Cortesía Eduardo Barahona.

Sobre la estrategia de los Grupos de Ahorro, Adalberto Blanco, de FECORACEN, señaló que estos están conformados en 5 hasta 25 mujeres, que operan de manera autogestionada, y en común acuerdo de sus organizaciones y normas de funcionamiento.

“Los aportes son individuales, la metodología incluye dos cosas: la libreta individual (ahorro personal); una libreta del Grupo de Ahorro, que incluye todo la información y transacciones de todas, entonces, cada quien tiene su ahorro individual y las ganancias que obtienen de los préstamos, en intereses, multas y actividades que realizan y es lo que se reparte a fin de año”, indicó.

Las actividades extras de los Grupos de Ahorro, ha permitido mayor integración en las comunidades, sobre eso, Maribel Moya señaló que además del ahorro, mantienen una alcancía que llamó “el cuchito”, que convertido en un fondo común las mujeres depositan 0.50 centavos de ahorro fijo, que se abre en fechas festivas de fin de año para realizar un convivio de las socias. Sin tocar los fondos de ahorro, ni sus ganancias.

“Los fondos ahorrados están en una cuenta bancaria, pero, tenemos un poco de dinero para los créditos para nuestras necesidades que como mujeres tenemos en las comunidades y lo resolvemos con estos créditos. Nosotras prestamos dinero y pagamos un interés y ese interés que ganamos al final del ciclo se convierte en ganancia para el grupo”.

“Realizamos también diversas actividades como rifas, venta de comida o refrigerios para fortalecer al grupo aportando fondos. Y al final del año se juntan los intereses de los préstamos; el pago de las multas definidos por inasistencia a las reuniones, que pasan a formar parte de las ganancias de cada grupo de mujeres y todo esto junto al final del año lo repartimos en partes iguales”, comentó.

Este ejercicio de ahorro no solo ha permitido a las mujeres contar con fondos para sus actividades comerciales o gastos personales, sino también ha fortalecido los liderazgos y la creación del tejido social dentro de los grupos, que trascienden a las comunidades, manifestó Verónica del Pilar Miranda, del caserío La Vega, Suchío y que integra el grupo Mujeres con Propósitos.

“Yo, nunca había trabajado en grupo y al principio cuando formamos el Comité de Mujeres en Acción, fui la secretaria, llevaba la Libreta Grande, que lleva el ahorro de todas. Y allí, íbamos, ahorrábamos cada dólar. Yo siento que me ha ayudado porque un dólar en la casa no se puede guardar, pero si lo guardo en el ahorro ya no puedo sacarlo hasta el cierre de ciclo y es mejor, además nos ayudamos con los préstamos”.

“Soy madre soltera, diabética y cuido a mis hijos que tienen que llevar para los pasajes o comprarles un libro, y con este sistema de ahorro, me sirve para mi familia, además el grupo hace rifas de bolsas de víveres, insumos de limpieza o 10 dólares, y las 10 integrantes vamos en ronda sacándonos los premios para que todas tengamos acceso y preparamos comida para vender, esto me ha estimulado mucho a ahorrar”, sostuvo Miranda.

María Blanca Menjívar, integrante del grupo de ahorro “La Semilla”, comunidad La Esperanza. Foto Diario Co Latino/ Cortesía Eduardo Barahona.

Asimismo, Verónica, consideró como ventaja “poner las reglas” al interior del Grupo de Ahorro, que incluye las multas por llegadas tarde a las reuniones.

De los siete años de experiencia de los Grupos de Ahorro, en Suchío, se encuentran juntando sus propias prácticas las mujeres de Mizata, La Libertad, un destino turístico por sus playas y la actividad acuática, pero más allá, de ese comercio y consumo se encuentra la comunidad La Esperanza, en la cual han surgido dos grupos de ahorro “La Esperanza” y “La Semilla”.

Marta Nidia Ortiz, fundadora de “La Esperanza”, de manera fluida habla del proceso para conformar los Grupos de Ahorro, que tienen entre sus características la independencia económica, la adopción a la cultura del ahorro de las mujeres y el impacto positivo en sus vidas y familias.

“Estos grupos son exclusivos para mujeres, pero tenemos el grupo abierto a hombres si están interesados en ahorrar, aunque no pueden estar en puestos de dirección, y también a los niños aceptamos. Lo primero que hacemos es una reunión y hablamos sobre la importancia del rol de las mujeres, niñas, niños y jóvenes para formar un grupo de ahorro comunitario”.

“El segundo paso es inscribirnos y formamos luego un comité -el cual- definirá las reuniones semanales o quincenales. Se definen las reglas internas del grupo, la cantidad que dará en los préstamos, las tasas de interés a los préstamos, y todas estas reglas son puestas por nosotras mismas.  FECORACEN solo nos proporciona la caja de seguridad, las libretas individuales y la del grupo de ahorro”, manifestó Ortiz.

“Soy agricultora”, se presenta María Blanca Mejía, socia fundadora del grupo de ahorro “La Semilla”. Mejía afirmó que en este tiempo no solo ha aprendido a ahorrar, sino también a plantearse su vida a futuro por metas, que le ha traído el crecimiento personal y estar dentro de un tejido social.

“Yo antes solo compraba y malgastaba el poquito de dinero que tenía; somos cuatro de familia. Y resulta que a veces, compraba un dólar de pan y sobraba o se perdía. Claro luego tomé conciencia que eso era mucho para nosotros, entonces, ya estando en el grupo comencé a pensar en ahorrar siquiera 0.25 centavos o más de ese dólar y así fui creciendo”.

“Antes, para las navidades no teníamos a veces ni para comprarnos un pollo o una ropita para mis hijas a fin de año. Y ahora si puedo contar con fondos y comprar algo que nos quede como un recuerdo del ahorro de todo el año -ya les dije- a mis hijas que estoy viendo que compraré este fin de año y voy a cumplir con esto, porque me han enseñado a tener metas, así que les daré una sorpresa”, relató Mejía.

Sobre sus préstamos al grupo de ahorro “La Semilla”, afirmó que han sido para la compra de algunas libras de abono para sus siembras de yuca y papayos, o medicamentos por su salud.

Además, comenta que cuenta con nuevas amistades.

“Antes me daba pena hablar en público, pero las capacitaciones nos han enseñado mucho, yo superé ese temor porque nos hemos conocido con bastante gente. Yo antes no tenía muchas amigas y ahora hasta me vienen a visitar de otros cantones y somos bien unidos, como si fuéramos familia, conversamos y realizamos actividades juntos. Yo siento que esto me ha ayudado bastante y le agradezco a FECORACEN este proyecto”, puntualizó Mejía

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