@SilviaCoLatino
“Hay una normativa jurídica favorable a la mujer en el país, pero hace falta que esto se concretice en los territorios donde se necesita”, reflexionó Mhaydeé Recinos, del colectivo de la Mujeres Rurales y la Mesa por la Soberanía Alimentaria, en la inauguración del IV Congreso de Mujeres Rurales.
“Hay un gran programa muy bueno, como Ciudad Mujer una propuesta muy interesante de atención a las mujeres, que era inimaginable que podía implementar en décadas pasadas. Queremos discutir y analizar la implementación de otros programas como el Paquete de Agricultura Familiar y la Mesa de Mujeres Rurales del Ministerio de Agricultura; el acceso a la tierra, proyectos productivos con el ISTA, además de otros programas como Amanecer Rural, Banca Mujer”, aseguró.
El Foro denominado “Mujeres Rurales en Resistencia, en la Lucha por nuestros Derechos y de la Madre Tierra”, ha reunido a la Alianza por los Derechos de las Mujeres Rurales (ADDMR) , la Coordinadora de Comunidades y Repoblaciones de Chalatenango (CCR), la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES) y la Red de Mujeres Protagonistas de Cambio (RMPC).
La finalidad del foro, agregó Recinos, conlleva la discusión e incorporación de trabajo en programas sociales dirigidos a las mujeres rurales y la presentación de demandas desde una plataforma colectiva, que reúne los principales problemas que aquejan a las mujeres que viven en el campo.
Entre los programas “estratégicos” para la mujer, se encuentra el Paquete de Útiles escolares, uniformes, zapatos y el vaso de leche para sus hijos o hijas, que asisten a la escuela pública, lo que permite a la mujer lidiar con los gastos y las condiciones de la familia.
No obstante, Recinos opinó que debido al sistema patriarcal imperante, es aún, difícil pensar en una total independencia productiva o preparación académica permanente de la mujer en la zona rural. Uno de los aspectos indicó, es el cuido de la familia, ya que ella carga con la mayoría de obligaciones del hogar, que va desde la procreación y manutención hasta el cuido de los miembros del núcleo familiar.
“Se debe pensar en una verdadera educación sexual y reproductiva, porque el embarazo de la niña y adolescente es una situación grave y también en la independencia económica de las mujeres, porque muchas de ellas, por el tema de migración se quedan solas o por la paternidad irresponsable, un problema que no solo es de los hombres comunes, sino hasta personalidades que están en la vida política o pública”, reflexionó.
Asimismo, recalcó que existen diferencias marcadas en materia de desigualdad, entre las mujeres que viven en la zona urbana y rural. Recinos afirmó que la brecha es amplia, y se advierte en el nivel del acceso a servicios básicos, el grado de escolaridad y el rol de la mujer en un sistema patriarcal.
“Sabemos que en la medida que el nivel de escolaridad vaya subiendo, la presencia de la mujer va disminuyendo y las que llegan a la universidad se pueden considerar privilegiadas y que han obtenido un triunfo en sus vidas; pero esto tiene un costo, como la migración de su pueblo a la ciudad, el estrés familiar porque trabaja, estudia y atiende su grupo familiar”, manifestó.
Para la presidenta del IMU es necesario de inmediato trabajar en la superación de estas deficiencias de forma conjunta e integral, que involucra el aspecto cultural, educativo y la generación de nuevos valores a la sociedad, en la búsqueda de equilibrar y respetar los derechos de las mujeres y mucho más de la zona rural.
“Con nuestro foro este 20 y 21 de octubre, vamos a discutir primero, en que aspectos queremos ahondar como el acceso a la tierra. Recordemos son las mujeres rurales y campesinas que dan una dimensión diferente, lo decimos porque solo el 13% de las mujeres tienen acceso a la tierra, de un porcentaje del 31% que vive en el campo, debemos de cambiar esa idea, de que la herencia de la tierra es para los hombres, así que analizaremos el trabajo del MAG en esa línea”, acotó.
En cuanto a la educación, Recinos aclaró que se va a tocar el tema del analfabetismo, porque se ha comprobado que el mayor porcentaje de la población que no puede leer y escribir son las mujeres, lo cual demanda replantearse otras estrategias para acceder a la educación.
“Se ha disparado el embarazo adolescente, creo que andamos en un 35%, entonces necesitamos mayor educación sexual y también cultivar la cultura de la denuncia, porque muchas de las niñas y adolescentes que están embarazadas, el agresor o su pareja es mucho mayor que ellas, y esto es un delito y es violencia, es un problema complejo y de muchas aristas”, subrayó.
Sobre “Ciudad Mujer” se llevará a un análisis en las mesas de trabajo, a fin de lograr propuestas, para que este programa tenga mayor extensión, así como la evaluación de los programas con los que atiende a las usuarias.
“Hay muchas mujeres aún que para trasladarse fuera de sus comunidades tiene que enfrentan grandes desafíos por la distancia, el pago de su transporte o la carga familiar, es por eso que, se debería extender mucho más, y cubrir cada departamento para favorecer a las mujeres y mucho más, las que están en el campo”, sostuvo.