El Museo de la Palabra y la Imagen exhibe en su sala principal, una escultura de la tradición “Cabezas de Jaguar”, monumento tallado en piedra, del período clásico tardío (300 A.C. al año 250 D.C.), originaria del occidente de El Salvador y donada al MUPI por el ingeniero Wilfredo Zelaya. Estas piezas, de las cuales solo se conocen alrededor de 60, están talladas en piedra basáltica, representan imágenes de felinos y otros animales, mezcladas con rostros humanos, y forman parte de un misterioso conjunto de esculturas precolombinas de hasta más de 2.300 años de antigüedad. Es una escultura valiosa para nuestras raíces, en el sentido popular, identitario, cultural, científico, académico, y la pieza más antigua con que cuenta el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI). La escultura se puede visitar en la sala “1932″, precisamente al cumplirse este mes de enero de 2022, el noventa aniversario del levantamiento indígena y campesino. Según el arqueólogo Federico Paredes, los monumentos de la tradición “Cabeza de Jaguar” forman parte de un proceso de interacción entre comunidades de la zona Ahuachapán-Sonsonate-Santa Ana: “estas tallas surgen en un contexto de sociedades complejas, cuya interacción articula redes de conocimiento, intercambio y disputas territoriales”.
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