Washington / AFP
Olivia Hampton
El senador republicano John McCain, héroe de guerra reconocido por su capacidad negociadora en un Estados Unidos cada vez más dividido, murió el sábado a los 81 años por un cáncer cerebral del que había sido diagnosticado el año pasado.
«El senador John Sidney McCain III murió a las 4:28 pm del 25 de agosto de 2018. A su muerte estuvieron junto al senador su esposa Cindy y su familia», informó su despacho en un comunicado, que agregó que «sirvió lealmente a Estados Unidos durante 60 años».
McCain fue un peso pesado dentro del Partido Republicano y ocupaba una banca en el Senado desde hacía tres décadas.
Y antes de ingresar a la Cámara alta, había ostentado un escaño en la Cámara de Representantes entre 1983 y 1987.
Expiloto de la Marina, McCain fue torturado durante los cinco años que estuvo preso durante la guerra de Vietnam.
«Ha sido un largo camino», escribió en sus memorias publicadas este año.
«He conocido grandes pasiones, he visto increíbles maravillas, peleado en una guerra y he ayudado a forjar la paz. Hice un pequeño lugar para mi mismo en la historia de Estados Unidos y de mi tiempo», agregó.
«Fue una gran llama que quemaba luz, y nosotros vivíamos bajo su luz y su calor», dijo Meghan McCain, una de los siete hijos del fallecido senador.
Cerca de la entrada de su rancho en una zona rural de Sedona, Arizona, podía leerse un cartel que rezaba: «Sen McCain, gracias por su servicio».
Una escolta policial acompañó el coche fúnebre que llevaba sus restos, mientras caían los últimos rayos de sol sobre la campiña que McCain tanto amaba, y los residentes de la zona se arrimaban con flores para honrar al difunto senador.
En Washington, las banderas ondeaban a media asta sobre el Capitolio y en la Casa Blanca
– Reconocida lealtad –
Inmediatamente de anunciada su muerte, empezaron a surgir reacciones a la memoria de esta figura emblemática de la política estadounidense, criticado muchas veces tanto por sus correligionarios republicanos como por los demócratas, aunque su lealtad al país fue reconocida por todos.
«Todos estamos en deuda con él», dijo el expresidente Barack Obama, ante quien McCain perdió las elecciones de 2008.
«John y yo somos de diferentes generaciones, tenemos orígenes completamente diferentes, y nos hemos enfrentado al más alto nivel de la política», señaló el ex mandatario. «Pero compartimos, pese a nuestras diferencias, una fidelidad a algo más elevado, los ideales por los que varias generaciones de estadounidense y de inmigrantes lucharon y se sacrificaron», agregó.
El exmandatario demócrata Bill Clinton alabó a McCain por «frecuentemente poner el partidismo de lado», mientras el exvicepresidente Al Gore dijo que siempre admiró como el senador «trabajaba para encontrar un terreno común, sin importar cuán difícil fuera».
Una inmensa mayoría de legisladores y exlegisladores estadounidenses publicaron un comunicado lamentando su muerte y exaltando su estatura política. El expresidente George W. Bush saludó la memoria de «un hombre de profunda convicción y un patriota al más alto grado».
El líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que buscaría honrar a McCain designando con su nombre a uno de los edificios del Senado.
– En conflicto con Trump –
El presidente Donald Trump, que estaba en conflicto con McCain luego de que el senador votara en contra de su ley para abrogar el plan de salud Obamacare, tuiteó: «Mis condolencias y mis respetos más sinceros a la familia del senador McCain. Nuestros corazones y nuestras plegarias están con ustedes».
McCain era un republicano crítico del presidente Trump, a quien calificaba de «ingenuo», «egoísta» y le acusaba de simpatizar con autócratas.
Después de la reciente cumbre de Trump con el presidente ruso, Vladimir Putin, McCain había descrito con mordacidad el comportamiento del mandatario como «una de las actuaciones más vergonzosas de un presidente estadounidense de la que se tenga memoria».
Y más aún, había afirmado que no quería a Trump en sus funerales.
Trump tampoco sentía aprecio por McCain, cuya foja militar de servicios denostaba: «No es un héroe de guerra, es un héroe de guerra solo porque fue capturado».
– Inexorable –
En el Capitolio, McCain se convirtió en amigo muy cercano del senador Lindsey Graham y del exsenador Joe Lieberman, a quienes apodaban como el trío «Three Amigos.»
Graham escribió que «Estados Unidos y la Libertad han perdido a uno de sus grandes abanderados… Y yo he perdido a mi mentor y a uno de mis amigos más queridos».
Desde julio de 2017, McCain recibía tratamiento por un glioblastoma, una forma muy agresiva de cáncer cerebral con una muy baja tasa de supervivencia.
Ese mismo cáncer se llevó en 2009 a otro gigante de la política estadounidense, el senador demócrata Ted Kennedy.
El viernes, la familia de McCain anunció su decisión de suspender el tratamiento ante el avance inexorable de la enfermedad. «Desde hace un año, John superó las esperanzas de sobrevida», escribió su familia en el comunicado.
«Pero los progresos de la enfermedad y el envejecimiento inexorable han dado su veredicto. Con su habitual determinación, él decidió poner fin en lo sucesivo a su tratamiento médico», agregaron sus familiares.