Delton L. Hudson, F.R.C. *
De la Revista El Rosacruz, septiembre de 1991
De gran utilidad para la Meditación
¿Qué queremos decir con el término “Música de la Nueva Era? Que se escucha con tanta frecuencia hoy en día? ¿Hay algo verdaderamente nuevo en los conceptos considerados de Nueva Era, o son, en realidad, ideas antiguas expresadas en estilo moderno? Cuando hablamos de la Música de la Nueva Era, ¿nos referimos principalmente a música propicia para la meditación? Examinemos varias respuestas a estas preguntas.
Me parece que en la época actual se piensa que los cassettes, los CDs y los discos regulares que se venden como “Música de la Nueva Era”, tiene el propósito de producir un estado mental pasivo en quien los escucha. Los grupos dedicados a la meditación utilizan mucho esa música y obtienen grandes beneficios. La mayoría de las composiciones son en realidad muy buenas, ayudan a elevar la consciencia, y contribuyen también a la terapia musical y a la curación.
La música de la Nueva Era, carente del dramático contraste contenido en el estilo sonata-allegro y otros géneros musicales clásicos parece, en comparación, demasiado tranquila, repetitiva e incluso estática. Parece no tener puntos culminantes sino sólo “pulsaciones” y “ondulaciones” alternas: los acordes se repiten muy lentamente, muchas veces sosteniendo las mismas notas aunque en diferentes medidas.
Por lo general, esa música es agradable y armoniosa, y realmente predispone a quien la escucha a entrar en un estado de serenidad y meditación. Posee cierto propósito más afín con las grandes obras clásicas de la música sacra de la India, que con la mayor parte de la música religiosa del Oriente. Más que narrar una historia que entretenga al intelecto o despierte emociones intensas, la música de la “Nueva Era tiene por lo general a ser calmante, hipnótica y hasta soporífera.
Música de la Era de Acuario
¿Debe considerarse que esa música hipnótica es, en definitiva, la música de la Nueva Era? Yo no lo creo, y expondré algunas de mis ideas con respecto a la música de la Era de Acuario.
Recordemos primero los puntos de vista de los antiguos con respecto al poder que tiene la música. Los chinos, hindúes, griegos y los indios americanos Hopi no pensaban que la música es un pasatiempo bello y estético, sino una poderosa fuerza vibratoria que puede ser usada como medio para elevar o degradar la consciencia del hombre. Ellos creían (en especial los Hopis) que la propia existencia continua del Estado y del Universo que conocemos, dependía de ciertos conceptos musicales “correctos” y “arreglados divinamente” de tonos pautas, ritmos, etc.
Estas civilizaciones afirmaban que los músicos tienen que interpretar esas composiciones a la hora correcta del día y aun a la hora astrológica correcta. Esos antiguos maestros trascendieron con mucho la idea de que la música es completamente un auxiliar para la meditación, pues la concibieron como una combinación esotérica de ciencia y de arte para ser usada como una fuerza poderosas y eficaz. No concebían que la música, ni siquiera la música clásica (y cada civilización tiene su propia música “clásica”), fuera usada sólo como una diversión refinada.
Sostenían un punto de vista holístico y mágico según el cual el hombre, junto con sus pensamientos, sus palabras habladas y su música no es una entidad separada, sino un hilo entretejido en la trama de la Creación. Por supuesto, consideraban que el hombre es un hilo importantes, ya que si se desenreda de la trama a causa de usar en forma negativa los poderes y las artes, entonces toda la trama del planeta y del universo empezaría a desintegrarse.
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* El autor e este artículo, miembro de la Orden Rosacruz, AMORC, durante mucho tiempo, es un famoso compositor que compone música de la “Nueva Era” con un mensaje de fe, esperanza, amor y belleza. Su obra sinfónica más importante es Oda a las Montañas Rocosas, que fue estrenada en 1984 por la Orquesta Sinfónica Casper de Wyoming. El frater Hudson fue nombrado compositor residente por el Centro de Bellas Artes de Weserby, Rhode Island.