Daniel García Marco
Miami/dpa
Sin el nombre ni el atractivo de Madonna, Beyoncé o Black Eyed Peas, algunos se aburrieron con Mars. Y a juzgar por Twitter, el «Give It Away» de 1991 de los descamisados Red Hot Chili Peppers generó mucha más pasión (215.540 tuits por minuto).
Pero el cantante hawaiano se ganó el elogio de la crítica y se presentó ante más de 100 millones de espectadores, muchos de los cuales conocían más sus éxitos que su cara o sus dotes sobre el escenario. Con 28 años es el cantante en solitario más joven que actúa en el codiciado intermedio del Super Bowl.
«Espero poner a la gente a bailar y hacerla sonreír. En el escenario somos nosotros y nuestros intrumentos. Espero que sea suficiente», había dicho Mars el viernes.
Y efectivamente, vestido con camisa blanca, corbata negra y estrecha y chaqueta dorada, Mars y su banda «sólo» cantaron, tocaron y bailaron.
No hubo destape como el de Janet Jackson en 2004, ni dedo ofensivo como el de Nicki Minaj en 2012 ni tampoco fue tan espectacular como el año pasado la exuberante Beyoncé, a la que incluso se culpó del apagón que se produjo una vez reanudado el encuentro de 2013.
En los últimos años, la anécdota escándalosa ha sido más memorable que actuaciones como las de The Who, Paul McCartney o Bruce Springsteen.
Mars, un inocuo y talentoso cantante pop del que se desconocen escándalos y que gusta a niños y mayores, siguió el domingo el camino de los veteranos recordando a veces a Michael Jackson, a veces a Elvis Presley y siempre a James Brown.
«Tiene experiencia, es un ‘showman’ suelto y el líder de una banda con una buena provisión de canciones potentes», analizó el diario «The New York Times».
Mars comenzó su actuación sentado y tocando con energía la batería como prólogo a su famoso «Locked Out of Heaven», el primero de los temas de su repertorio antes de compartir escenario en una mezcla algo extraña con Red Hot Chili Peppers, que aportaron el rock y la guitarra que le faltan al hawaiano. Los decibelios bajaron y el cierre fue tranquilo con su balada «Just the Way You Are», precedida de un recuerdo patriótico a los soldados estadounidenses de misión fuera del país.
Así se cerraron 12 minutos de actuación más entretenida que memorable en un Super Bowl musical que además ofreció el anuncio del estreno de «Invisible», el single del próximo álbum del grupo irlandés U2, el primero desde «No Line On The Horizon» en 2009.
«En una era de famosos del pop más conocidos a menudo por su estilo extravagante y sus personalidades agrandadas, Mars es un músico de músicos, un líder y un verdadero ‘showman’, el tipo de artista con atractivo para llegar a todas las generaciones», afirmó el diario «USA Today».