Iván Escobar
@DiarioCoLatino
Con una ceremonia indígena, un altar de muertos dedicado a los artistas nacionales, declamación de poesía indigenista y contemporánea, así como la degustación de hojuelas, se llevó a cabo la sesión inaugural del Cuicatcalli o “Casa de los Cantos”, el pasado 3 de noviembre.
Este espacio de estudio, reflexión y conocimiento estará ubicado en la Casa del Escritor y Museo Salarrué, en Los Planes de Renderos, y es parte del proceso de crecimiento de la Cátedra de Don Lito o Taller Literario, que viene funcionando en el lugar desde hace seis años.
La ceremonia estuvo precedida por Juliana Ama, sobrina-nieta del líder indígena Feliciano Ama; además, contó con la presencia de escritores como Luis Melgar Brizuela, académicos, profesionales de diversas ramas humanísticas y público que fue testigo asumido por los integrantes del Cuicatcalli a partir de esta fecha, en pro de fomentar la cultura y las artes de nuestro país, en particular aquellas enseñanzas ancestrales; destacó Rafael Rodríguez, mejor conocido como don Lito, promotor de este esfuerzo.
“El colectivo Cuicatcalli tiene que ver con nuestras raíces, con nuestros ancestros nahuas, toltecas y pipiles. El hecho de ilustrar, de pintar, dibujar tiene una historia antigua, nuestros ancestros también eran dibujantes y pintores, y dibujaban en los famosos códices, o en las tinajas, en murales. Ellos tenían un nombre, se les llamaba maestros, los maestros tlacuilo. Es el que conservaba la memoria histórica”, explicó Rodríguez, quien es escritor y docente universitario desde hace más de cuarenta años.
Este colectivo de hombres y mujeres intelectuales inicia sus estudios sobre la cultura salvadoreña desde 2013, a iniciativa de la poeta Silvia Elena Regalado; “el objetivo en ese entonces era compartir conocimientos en torno a nuestra historia y cultura”, recordó. Luego se funda la “Cátedra de Don Lito”, que pasa casi de inmediato a convertirse en “Taller Literario” en el que convergen investigadores y profesionales de diversas ramas artistas y académicas.
Don Lito es un amante de las letras, de la docencia y del permanente intercambio de conocimiento, razón por la cual considera que elevar el colectivo a un Cuicatcalli es parte del proceso de maduración del grupo. “A mediados de este año se me ocurrió que quienes nos reuníamos cada dos o tres semanas en La Casa del Escritor Salarrué, ya habíamos madurado como grupo y que podíamos dar un salto de calidad”, comentó.
Es así que este “interés por escudriñar en las raíces de nuestra salvadoreñidad se concreta en dar vida a una institución que estuvo vigente entre los nahuas toltecas -de donde descienden por línea directa nuestros pipiles- antes de la conquista española. Se trata del Cuicacalli o Cuicatcalli, este era el lugar donde se reunían los poetas a recitar –cantar, decían ellos– sus poemas”, precisó.
Desarrollo anual del Cuicatcalli
El Cuicatcalli desarrollará cuatro sesiones en un período de un año, comenzando este 3 de noviembre con la sesión inaugural; para el 2020 están programas las otras tres sesiones, el 2 de febrero la segunda y el 3 de mayo la tercera, y una cuarta el 2 de agosto, todas en día domingo.
Con este esfuerzo, los integrantes esperan crecer como grupo aplicado al estudio de nuestra identidad, así como motivar a otras personas a sumarse a estos encuentros.
“Esperamos que más y más jóvenes se sumen a la experiencia del Cuicatcalli, que presenten sus escritos en nuestras sesiones y publiquen en nuestra revista. Pensamos, además, mantener comunicación, vía redes sociales, con amigos dentro y fuera del país”, expresa don Lito.
Debe estar conectado para enviar un comentario.