Nacionalizar futbolistas, un recurso mediocre
Exonerando de toda responsabilidad al futbolista colombiano, Cristian Gil, la nacionalización es un recurso que, aparte de quitarle una oportunidad a un salvadoreño, es el reflejo de la pobreza y mediocridad para fabricar o producir futbolistas.
Es válido nacionalizar con otros fines y bajo otras circunstancias, pero me parece que nacionalizar para vestir los colores azul y blanco sirve para fomentar la haraganería.
Por ejemplo, Carlos de los Cobos, técnico de la selección mayor, no se toma el tiempo de producir artilleros para solucionar el problema y dejar un legado al país.
Ya es tiempo de que el fútbol y el deporte en general se pongan serios y enfoquen los recursos financieros para sembrar integralmente en las canteras infanto-juveniles.
¿Que este recurso es válido y lo hacen otros países? ¡Qué les aproveche!, pero aquí no. Además, no hay mayor honor y dignidad más grande que ganar o perder con la sangre criolla.
En materia de nacionalizaciones, la Asamblea Legislativa debe tener mucho cuidado y escudriñar al máximo antes de aprobar tan honroso privilegio.
Por mi parte, conozco el caso de dos instructores deportivos cubanos que sin tener mayores méritos de servicio a nuestra patria, más que pegar hijos en este país, recibieron la nacionalidad. Dos tipos que, a partir de sus resultados y antecedentes, nunca debieron recibir tan alto honor.