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Nada que celebrar

@arpassv

Hoy se celebra el Día Mundial de la Tierra, pharmacy pero en El Salvador tenemos poco o nada que celebrar. Contaminación del ambiente, order deterioro de los recursos hídricos, cialis sale deforestación, uso desordenado del territorio, amenaza de la minería, vulnerabilidades socioambientales. Pero lo más grave es la irresponsabilidad estatal frente a estos problemas.

La irresponsabilidad mayor la comete en estos momentos la Asamblea Legislativa, específicamente los grupos parlamentarios de ARENA y PCN, que se niegan a ratificar la reforma constitucional que reconoce el derecho humano al agua y a la alimentación adecuada.

Estos partidos de derecha desatienden los llamados contundentes de organizaciones sociales, la iglesia católica, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Naciones Unidas, etc. Areneros y pecenistas ponen el interés privatizador de las élites empresariales que los patrocinan por encima de los derechos humanos elementales.

La reforma que ARENA y PCN no quieren avalar plantea que el agua es esencial para la vida, por lo que es obligación estatal preservar los recursos hídricos y procurar su acceso a toda la población; y que toda persona tiene derecho a una alimentación adecuada, por tanto es responsabilidad del estado crear una política de seguridad alimentaria y nutricional.

La reforma plantea que para ambos derechos, el acceso al agua y la alimentación adecuada, estarán regulados por una ley. Estos son los proyectos de ley general de agua y de soberanía alimentaria que ya están en discusión de la Asamblea Legislativa, pero también ARENA y PCN (aquí se suman también GANA y PDC) no quieren aprobarlas.

Así, no podemos celebrar el Día Mundial de la Tierra, lo impiden políticos irresponsables que no están en la Asamblea para servir a la población y contribuir a la solución de los problemas nacionales, sino para defender mezquinos intereses privatizadores. Lo que queda es lamentar y repudiar esa actitud anti país.

Es risible que, en lugar de ratificar la reforma constitucional sobre el derecho humano al agua y la alimentación, la derecha parlamentaria haya aprobado una reforma para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo, como si eso fuera una necesidad real o una sentida demanda ciudadana.

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