Londres/Reino Unido/AFP
Mientras la ‘NextGen’ sigue emergiendo, los treinteañeros continúan dominando el circuito ATP. Novak Djokovic, Roger Federer y Rafa Nadal afrontan desde perspectivas diferentes Wimbledon, pero los tres con el objetivo de conquistar el emblemático torneo londinense.
Federer, a sus 37 años, tendrá como misión elevar a 21 su récord de títulos del Grand Slam.
Recientemente, Djokovic le rindió homenaje calificándole de tenista “más grande de la historia”, unas palabras de especial valor en boca del serbio, cuya ambición es sobradamente conocida.
Pero si se habla de Wimbledon, Federer tiene que ser forzosamente la referencia.
Nadie iguala sus números en el All England Club, donde debutó hace veinte años y donde aspirará a un noveno título.
El suizo, derrotado en Roland Garros en semifinales por Nadal, sabe que sobre hierba su juego es más peligroso y avisó ya de su potencial conquistando su décimo título en Halle (Alemania), su único torneo en esa superficie antes de viajar a Londres.
Esa victoria hizo que Federer se quedara con el segundo lugar como cabeza de serie en Wimbledon, en detrimento de Nadal, que es segundo en el ránking ATP y al que ha molestado esa decisión de Wimbledon.
Nadal podría verse en una eventual semifinal con Federer, según el sorteo, que deparó al mallorquín una auténtica bomba para un hipotético duelo de segunda ronda, contra el imprevisible australiano Nick Kyrgios. Nadal, reciente campeón en Roland Garros de su duodécimo título en París, llegó en Wimbledon-2018 a semifinales, donde le cerró el paso Djokovic en un durísimo partido que se decidió con un 10-8 para el serbio en el quinto y último set.
El jugador de Belgrado, número uno mundial todavía con un amplio margen sobre Nadal y Federer, no ha jugado antes de Wimbledon sobre hierba, como tampoco ha hecho la estrella española.
Djokovic es el defensor del título y aspira a un quinto trofeo en Londres, mientras que Nadal tiene dos, ya lejanos, los de 2008 y 2010.
La eternidad para Serena
En el cuadro femenino, la estadounidense Serena Williams (N.11 del mundo) también busca la eternidad en el All England Club. Y con 37 años, como Federer, va a reencontrarse con su superficie predilecta, la que le ha dado siete trofeos y la que hace que su búsqueda de un 24º Grand Slam sea posible pese a su “penosa” temporada, como ella misma la calificó luego de su derrota en tercera ronda de Roland Garros.
La estadounidense solo ha disputado 12 partidos esta temporada entre lesiones y mal estado de forma. Pero sigue siendo una de las favoritas en Wimbledon. La flamante líder de la clasificación mundial de la WTA, la australiana Ashleigh Barty, podría cruzarse en su camino en cuartos de final.
Un partido muy interesante, como la cara que mostrará la ex número 1 del mundo Naomi Osaka (actual N.2), destronada en Roland Garros y más tranquila desde entonces.