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Nunca visitó un consultorio oftalmológico. Su vida la dedicó a educar a sus diez hijos, viagra siendo madre y padre a la vez, trabajar en el campo y los mercados vendiendo artesanías de barro, por lo que le fue imposible estudiar.
A sus 73 años de edad, y vistiendo el tradicional refajo multicolor, Fidelina Cortez, de 73 años, originaria de Santo Domingo de Guzmán, Sonsonate, espera sentada en un consultorio optometrista de FUDEM. Por primera vez, sus ojos son evaluados para determinar si existe algún padecimiento. El color de su vestimenta contrasta con el aspecto metálico de los implementos médicos que la rodean y la fría temperatura del consultorio.
“Nunca he pasado consulta, hasta este día voy a desengañarme de como está mi vista, por la edad y mucho trabajar se que la vista ya me falla bastante. Uno no tiene ni pisto para las medicinas ni para la consulta” Expresa doña Fidelina, mientras dirige a la próxima evaluación y a medirse los lentes que le recetaron.
Así como doña Fidelina, 50 personas de la comunidad Nahuat de Santo Domingo de Guzmán, se beneficiario con una campaña de salud visual en FUDEM, gracias al Club Rotaract Maquilishuat y al colectivo Tzunhejekat, que significa Cabezas de Viento.
“Las necesidades de esta gente son económicas, la discriminación que sufren por sus orígenes. Conseguimos el espacio junto al Club Rotaract Maquilishuat y FUDEM para obtener estos espacios para que pasen consulta, la mayoría de Nahua hablantes ni siquiera pueden salir de donde viven” Manifiesta Caros Ruiz, miembro del colectivo Tzunhejekat. La campaña de salud visual consistió en evaluación oftalmológica, optometría, lentes y medicina para las personas completamente gratis.
“Diariamente tenemos contacto con las necesidades sociales en El Salvador, llevamos la ayuda, queremos evitar y erradicar la ceguera en este grupo de gente” Expresa Julia Umaña, gerente de comunicaciones de FUDEM.
Esta institución sin fines de lucro brinda estas campañas a diferentes grupos sociales del país.