Yaneth Estrada
@caricheop
“Ángeles somos, del cielo venimos, pidiendo Canchules para nuestro camino. ¡Canchul tía!”, es la frase para compartir comida típica y recuerdos de los que ya no están en Día de Canchules en Nahuizalco este 1 de noviembre.
El Día de los Canchules es una tradición religiosa que inicia en la víspera de todos los santos, cuando en el ocaso del 1 de noviembre de cada año las familias de los difuntos preparan altares alusivos en los que colocan sus platillos favoritos como una muestra de estima. Tayuyos, tamales pisques, dulce de ayote, chicha y una variedad de frutas de temporada se colocan con velas, flores y la foto del difunto.
Al evento que reúne a más de 10 mil visitantes, entre niños, jóvenes y adultos, quienes para compartir la comida antes deben pregonar una oración, rezar un Padre Nuestro o un Ave María por su pariente fallecido para luego hacer la señal de una cruz y tomar un alimento.
Tradición ancestral
Con más de 100 años de historia, el Día de Canchules, viene de la palabra canchul de pedir o compartir, que se refiere a la persona que pide (canchul) una porción de comida de los altares para el camino. “Esta tradición pasó de generación, en generación y es propiamente indígena, como Nahuizalco y cachul es una palabra de origen náhuat que significa compartir lo cocinado, y se realiza cada 1 de noviembre conmemorando el Día de los Santos Difuntos“, comentó Berta Escobar, directora de la Casa de la Cultura de Nahuizalco.
También, el alcalde de Nahuizalco Jorge Patriz invitó al pueblo salvadoreño a participar del Día de los Canchules este próximo jueves 1 de noviembre, en el parque central a partir de las 4:00 de la tarde.
“Una tradición de Nahuizalco”.
Para quienes deseen asistir habrá comida típica, una misa especial, elaboración de altares, un mercado nocturno y para motivar a más participantes se premiará a los tres mejores altares, que serán evaluados por un jurado.