Juan José Figueroa
Miembro del Comando Nacional de Campaña del FMLN
En estos momentos, tu papá, un hombre tan franco y profundo de pensamiento, a quien conocí en la casa de nuestro líder histórico Schafik Hándal, se acordaría de aquel adagio popular que dice “La gente falsa es como el vino barato, al poco tiempo se vuelve agrio y nadie los digiere”, o con bastante seguridad del que reza “Cuando un hombre estúpido está haciendo algo de lo que está avergonzado, siempre declara que es su deber”.
¿Para qué sirve un candidato a la presidencia que no está interesado en debatir? No creo que sirva para nada. Es la verdad. Una sociedad solo puede avanzar en sus asuntos si es capaz de hablar, discutir, debatir, mostrar sus diferencias y acordar lo posible. El silencio es de cobardes.
¿Para qué sirve un candidato a la presidencia que no quiere caminar su país? No sirve para nada. Hay que conocer, andar los caminos, tocar a su gente, no solo imaginarlos; al menos cuando se quiere hacer cosas importantes se deben andar, no se puede de otra manera y quienes se resisten a ello no son más que mojigatos.
¿Para qué sirve un candidato a la presidencia que no puede hablar sin una tablet en la mano? Las ideas surgen de la mente en su relación con el mundo real, si no tienes ideas propias, si no eres capaz de comunicar sin estar leyendo un dispositivo electrónico, no sirves para nada, a no ser que creas que despotricar contra todo sea lo único importante en este mundo y eso es estar perdido y ser vacío.
¿Para qué sirve un político que no quiere enfrentar la realidad de su país? La fantasía es propia para determinados asuntos, pero no para gobernar; para ello es importante conocer la realidad y enfrentarla. Rehuir es muestra de que no se quiere conocer la diversidad del país en el que se vive y con ello se corre el riesgo de creer torpemente que las ideas de uno son lo único que existe, y con el agravio que sean ideas maltrechas como las tuyas.
¿Para qué sirve un político que se victimiza como personaje de telenovela? Para nada. Vas a llegar a creer que en verdad eres una víctima, y sí lo eres y lo serás, pero de tus errores. No conoces la sociedad donde caminas, piensas que el país es todo el lujo de tu vida o los disparates de tus empleados en las redes, pero más temprano que tarde sabrás de los rechazos de quienes dicen que te siguen por tus mentiras, porque tu versión es una telenovela que se alimenta de mentiras.
¿Para qué serviría un personaje superficial como vos? Solo serviría como las viñetas de la comida chatarra, para esconder el veneno. Es que en verdad, te lo digo con honestidad, yo pensé que eras una persona más sensata y comprometida, lo digo porque conocí a tu padre, un gran hombre y creí que habías aprendido algo de él, pero eres un típico farsante, claro eso de que yo creía es una metáfora, nunca lo he creído, ni lo sueñes.
¿Para qué sirve un personaje altanero que no es capaz de cumplir sus compromisos? Tus emisarios llegaron a la UES y se reunieron, aceptaron y firmaron su asistencia. Más tarde sales con la paja que no vas a ir. Eso no es de hombres de honor, no es de personas sensatas. Claro, no eres ni una cosa ni la otra. Eres lo contrario de lo que muestras en las redes sociales: eres una persona insegura y acomplejada, por eso te escondes.
Da la cara, hombre, no seas cobarde, enfrenta la realidad, o es que acaso piensas que los problemas se resuelven escondiendo la cabeza como el avestruz.