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Necesidades educativas especiales

José Roberto Osorio
Sociólogo

En Europa desde  la década  de  los 70 se ha incorporado el  concepto de necesidades educativas especiales, ask socializado en la década siguiente por el Informe Warnock, elaborado por la Secretaría de Educación del Reino Unido en 1978. La novedad de este concepto radica en que hace hincapié en los apoyos y ayudas que el alumno necesita,  más que en un carácter supuestamente diferenciado de la Educación Especial.

El concepto hace  referencia asimismo al imperativo que la educación atienda a la diversidad y en los países  de  mayor desarrollo relativo la atención a la diversidad es prioridad educativa.

Todas las  personas tienen necesidades educativas, pero algunas presentan necesidades educativas especiales. Estas tienen un carácter dinámico, ya que aparecen entre las características propias del sujeto y lo que entrega el sistema educativo. Las NEE no están siempre relacionadas con una dificultad de aprendizaje. Pueden presentarse también porque el alumno capta y aprende demasiado rápido, por lo que necesita estar avanzando y aprendiendo más cosas que los demás. Para ambos casos, deben realizarse adaptaciones curriculares y buscar la metodología o estrategia de trabajo adecuada para satisfacer aquellas necesidades educativas especiales.

Desde 2006, la ley educativa vigente en España,  establece los ACNEAE (alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo), es decir, al alumnado que presenta “necesidades educativas especiales, con dificultades específicas de aprendizaje, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar…”

El alumnado con necesidades educativas especiales es “aquel que requiera, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta”.

Los casos de Elevadas Capacidades Intelectuales (superdotados) también se consideran como personas con necesidades específicas de apoyo educativo, ya que en este caso, los  contenidos curriculares suelen resultar fáciles o incluso aburridos para quienes tienen mayor capacidad.

Desde 1994, especialistas  en el  tema definieron a la sobredotación intelectual (por la posesión de tres conjuntos básicos de características muy vinculadas  y con un igual énfasis en cada una de ellas: “• Una capacidad intelectual superior a la media, en relación tanto a habilidades generales como específicas. • Un alto grado de dedicación a las tareas refiriéndose a perseverancia, resistencia, conocimiento, muestran más eficacia en el empleo de procesos metacognitivos. • Tienen una capacidad superior para resolver problemas de gran complejidad, aplicando el conocimiento que ya poseen y sus propias habilidades de razonamiento. • Poseen una gran habilidad para abstraer, conceptualizar, sintetizar, así como para razonar, argumentar y preguntar. • Presentan gran curiosidad y un deseo constante sobre el por qué de las cosas, así como una variedad extensa de intereses. • Tienen una alta memoria. • Presentan un desarrollo madurativo precoz y elevado en habilidades perceptivo-motrices, atencionales, comunicativas y lingüísticas”.

Situándonos  en nuestros lares, se  observa que a  pesar de  los notables  e  ingentes  esfuerzos  realizados por la  administración educativa, prevalecen aun muchas  necesidades educativas. En ese  marco, es  muy positivo el proceso de  sinceración institucional  en relación al estado de la educación en el país.  Un  documento oficial datado en 2015 establece que: “Estamos trabajando en acciones estratégicas que permitan superar los problemas históricos de la educación salvadoreña como son: la fragmentación de la educación que se expresa en la desarticulación de los niveles educativos, en la inexistencia de un sistema nacional de formación docente, en el desfase y estancamiento curricular, en la exclusión y en la inequidad, en la ausencia de ambientes educativos escolares apropiados y la carencia de un sistema nacional de evaluación para las diferentes esferas del sistema educativo”. Tales  reconocimientos, de  naturaleza  estratégica,  son una base excelente para la efectiva toma de  decisiones  en orden a  superar los problemas  diagnosticados.

En cuanto  al tema que nos  ocupa, la vigente Ley General de Educación señala: “Art. 34.- La Educación Especial es un proceso de enseñanza-aprendizaje que se ofrece, a través de metodologías dosificadas y específicas, a personas con necesidades educativas especiales”. El mismo artículo regula que este  servicio se ofrezca en instituciones especializadas y en centros educativos regulares, de acuerdo con las necesidades del educando, con la atención de un especialista o maestros capacitados y que las escuelas especiales brindarán servicios educativos y prevocacionales a la población cuyas condiciones no les permitan integrarse a la escuela regular.

La  misma Ley establece: “Art. 35.- La Educación Especial tiene los objetivos siguientes: a) Contribuir a elevar el nivel y calidad de vida de las personas con necesidades educativas especiales por limitaciones o por aptitud sobresaliente;  b) Favorecer las oportunidades de acceso de toda población con necesidades educativas especiales al sistema educativo nacional; y, c) Incorporar a la familia y comunidad en el proceso de atención de las personas con necesidades educativas especiales”.

Asimismo, el Art. 36 pone que: “El Ministerio de Educación, establecerá la normatividad en la modalidad de Educación Especial, coordinará las instituciones públicas y privadas para establecer las políticas, estrategias y directrices curriculares en esta modalidad”.

Como puede  notarse y a contrario sensu de lo que podría pensarse, también la normativa nacional recoge  el concepto de que tienen necesidades educativas  especiales las personas con aptitudes  sobresalientes.

Sobre la situación en el país, la valiosa  información de los censos escolares administrados por el MINED, permite perfilar  un panorama de  la educación especial.

En 2009 un total de  2,766 centros educativos ofrecieron la modalidad de  educación especial,  47 de  ellos de  carácter  privado, (1.7%), evidenciando  que la gran mayoría de  este  servicio lo presta el sector público. En 2013 hay un aumento de 277 centros brindando este  servicio, (10% respecto a  2009). De los 3,043  centros educativos contabilizados en  2013, 2,956 (97.1%) son públicos y 87 (2.1%) del sector privado.

Tras  estas cifras, se encuentran las posibilidades de  acceso de la población  a  servicios de  educación especial y se  estima que la gran mayoría de  personas  con esta necesidad no pueden costear servicios privados.

La matrícula global en  educación especial en 2009 ascendió a 2,766 estudiantes, de  ellos solamente 68 (2.5%)  se matricularon en centros educativos ubicados en la zona rural y los 2,698 restantes  en la  zona urbana.

Según la misma fuente,  en 2013 los estudiantes matriculados en educación especial sumaron 3,043, -277 estudiantes  más,  número al 10% en relación a  2009-, bajando la matrícula en la zona rural a 56, (12  estudiantes  menos) y 2,987 se concentraron en centros educativos urbanos. Los  datos podrían indicar la necesidad y conveniencia de  fortalecer  lo servicios en el área rural a  efecto de disminuir las  brechas  entre las  diferentes  zonas  del país y atender  el derecho a  la educación de  quienes  residen en las zonas rurales.

Políticas de  inclusión y equidad deben ir  al encuentro de los más  necesitados y vulnerables,  priorizando su atención y ampliando los servicios con la calidad requerida.

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