César Ramírez
@caralvasalvador
La anterior afirmación parece ser el panorama que envuelve a la nación en estos momentos, un escenario desolador puesto que si la negociación política entre los partidos políticos falla, el resultado es la incertidumbre social con baja calidad de vida. Si el modelo neoliberal ha fracasado en toda la línea y los mismos organismos internacionales han emitido opiniones contra esa tendencia, acá no se debe continuar con esa proyección que en nuestra realidad también es un fracaso, por ejemplo: el sistema de pensiones, el modelo agrícola importador, la privatización de la energía eléctrica, la supresión de impuestos a los grandes capitalistas etc. cuando el mismo FMI en su artículo: “Neoliberalismo: ¿promocionado en exceso?” firmado por Jonathan Ostry, Prakash Loungani y Davide Furceri, (EFE 06JUN016) ha criticado el modelo neoliberal, expresando sus opiniones adversas especialmente en la política de austeridad por la obsesión por la reducción del déficit fiscal, la desregulación financiera y perdiendo de vista la desigualdad de ingresos económicos que han generado grandes problemas sociales. Si este modelo no tiene futuro, se debe proponer otro. El propio FMI (20JUL016) ha recomendado para la nación: Revertir el crecimiento de la deuda y déficit, evitar los impuestos que distorsionan la actividad económica, reducción del gasto público, reforma al sistema de pensiones, inclusión financiera, mejorar la inversión y el crecimiento, reducir la delincuencia y corrupción. No obstante, muchos de estos lineamientos se reducen a la voluntad política del partido opositor ARENA, sin ese instituto no es posible cambiar el rumbo de la nación que iniciará un camino hacia la crisis económica.
Y si este panorama económico es parte del pastel de planificación política de ARENA, incluye la condición de gobernabilidad que implica al poder Ejecutivo; mientras el poder Legislativo no logre consenso o mayoría calificada para obtener soluciones el problema se agiganta; como si fuera poco el poder Judicial no ejerce pronta y cumplida justicia, acá se olvidan que vamos a bordo del mismo barco, la condición de negociación entonces se reduce a lograr acuerdos económicos en general y contribuir a la gobernabilidad, lo cual también tiene límites internos y externos, uno de ellos es el impago, otro el bloqueo constitucional a bonos, o simplemente la negación de los votos para préstamos al desarrollo, etc. entonces se debe buscar soluciones.
¿Fin-inicio del diálogo político? ¿quiebra económica o gobernabilidad? Aunque este dilema es empírico, a grandes rasgos parece ser la barrera que nos separan de la estabilidad social, la pregunta estratégica es ¿por qué no negocia el partido ARENA?… en esencia porque a sus líderes millonarios no les afecta ni la quiebra económica, ni la gobernabilidad, puesto que tienen su capital fuera de la nación y poseen mini ejércitos de guardianes privados.
En el caso de perder control de la situación (económica o gobernabilidad), una condición extrema para todos, obligará al Estado a invocar la Constitución de la República como último recurso, si acaso no cambia el panorama.
Me parece que el tiempo de negociación política se agota, porque el reloj económico puede detener su marcha a cualquier hora de un día político, nuestro barco de gobernabilidad no tendrá más combustible, esperemos que no suceda.
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